El incendio originado en la zona de Calamocarro-Benzú ha atacado el corazón de uno de los puntos de Ceuta que mayor valor ecológico tiene. El lugar devorado por las llamas es considerado de Importancia Comunitaria (LIC), junto a la zona ZEPA, de Especial Protección para las Aves. “Ambas figuras fueron agrupadas en la Red natura 2000, que engloba todos los espacios protegidos europeos”, explica a El Faro, el presidente de Septem Nostra, José Manuel Pérez Rivera. “Es evidente el valor paisajístico, pero lo importante es la flora tanto arbórea como robustiva. En el caso del tema arbóreo hay una zona que nos preocupa especialmente que es la de la parte alta del Arroyo en donde hay árboles centenarios, entre ellos un pino frondoso, castaños que tienen entre 300 y 400 años, que podrían haberse visto afectados siendo los más antiguos de la ciudad. También hay alcornocal, pino, eucaliptos que hacen función de contención...”, añade Pérez Rivera, haciendo hincapié en la “enorme importancia” de una zona de especial protección para las aves y con especies propias. Son relevantes ciertos murciélagos o el invertebrado Patella ferruginea, que está además presente solo en el sur de la Península y en el norte de África, entre otros. A la espera de concretar cuál ha sido la zona afectada por el fuego para una valoración de las especies que han resultado afectadas, los ornitólogos ya han dado la señal de alarma. El área de Calamocarro y Benzú goza de una gran riqueza ecológica singular y las llamas podrían haber afectado el comportamiento de estas especies. La perdiz moruna, el busardo moro y el chagra del Senegal son algunas de las especies residentes de la zona. De manera excepcional, se habían asentado en Ceuta para criar dos especies de paso: el milano negro y el águila calzada, siendo esta última la más importante ya que en 2019 era la primera vez que una pareja iba a dar pollos. “Veremos a ver si estas rapaces grandes han abandonado la zona o se han quedado ahí”, comenta a El Faro el experto ornitólogo, José Navarrete.
Por su parte Pérez Rivera lamenta cómo se van perdiendo zonas que son de “altísimo valor ecológico. De poco vale ir con la cara compungida a hacerse la fotografía, hay que exigir un cambio de orientación política en la protección del medio natural”, crítica. Y es que el paseíllo de políticos de nada sirve cuando incendios como el de este lunes no solo son un hecho con graves consecuencias sino que además se producen en momentos de desatención de los montes debido a la mala conciencia cívica de quienes abandonan todo tipo de residuos o incurren en prácticas que pueden dar pie a incendios tan graves. El presidente de Septem Nostra lamenta que este incendio llega cuando todavía no se ha repoblado ni un solo árbol del anterior de 2015 y cuando ni siquiera se ha tratado el plan de recursos naturales LIC-ZEPA. “La política forestal es insuficiente, hay que tomárselo más en serio. No se tiene conciencia clara de lo que se está perdiendo, la conservación queda en un punto muy secundario y nos quedamos sin medio natural en Ceuta. Hay ser contundente, más actuar y menos fotografías con cara de pena”, denuncia, lamentando que haya más inversiones en obras que en proteger la naturaleza.
La dejación en el lugar es evidente ya que un vídeo grabado en este punto muestra la acumulación de basura, escombros y hasta una bañera en el lugar en donde las llamas se han crecido hasta herir de forma sangrante un terreno que debiera de estar más protegido por su riqueza.