El Juzgado de lo Penal número 1 condenó ayer a tres individuos que reconocieron ser autores de delitos contra la salud pública, después de que fueran detenidos por agentes de la Guardia Civil cuando pretendían embarcar con droga en dobles fondos de sus vehículos.
En uno de los casos, se condenó a 3 años y 1 día a un joven que fue sorprendido con 7,8 kilos de hachís en su vehículo, aplicándose la agravante de notoria importancia. Las mismas circunstancias pesaron para otro acusado, que fue penado con 3 años y 9 meses de cárcel al intentar un pase de 42 kilos de hachís. En su caso se aplicó un doble agravante, por notoria importancia y reincidencia, ya que le constaba un antecedente por una condena dictada por la Audiencia Nacional. El acusado, natural de Valladolid, se conformó con la condena.
A 3 años y 9 meses fue condenado también el tercero de los acusados, también reincidente ya que en 2013 fue penado por el mismo delito. De origen marroquí, intentó embarcar con casi 8 kilos de hachís escondidos en el interior de los respaldos de los asientos del coche, de donde los agentes sacaron hasta 9 bloques de esta droga.
En todos los casos se aplicó la figura jurídica de la conformidad, por lo que se evitó la celebración de juicio dictándose las sentencias condenatorias in voce. Los tres acusados estaban en prisión preventiva y todos fueron sorprendidos en el mismo lugar intentando burlar los controles que lleva a cabo la Compañía Fiscal pero fueron sorprendidos por los integrantes de la Unidad Cinológica, abortándose la introducción de la droga en la Península.
Los tres son ejemplos de los últimos eslabones de la droga, personas a las que se les ofrece un dinero para favorecer la introducción del hachís en pequeñas cantidades alimentando el negocio del narcotráfico.