El tribunal de la Sección VI de la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta ha condenado al llamado M.L.H. por un delito contra la salud pública con la agravante de uso de menor de edad para la venta.
A pesar de que se celebró una vista inicial el pasado 3 de diciembre y se estaba a la espera de la testifical del forense para conocer la imputabilidad o no del acusado, este miércoles el caso ha dado un giro y el acusado ha reconocido los hechos.
Ha aceptado una pena de 3 años y 1 día de prisión, así como el pago de una multa de 449 euros con 3 días de responsabilidad personal subsidiaria en caso de impago.
Los hechos a los que hace referencia esta sentencia se produjeron en la barriada de Zurrón, cuando el acusado se encontraba en compañía del menor. Una vez llegaron a la barriada unos policías nacionales, tras el aviso de una trabajadora de Trace (ahora Servilimpce) advirtiendo de que le estaban arrojando naranjas, consiguieron dar con ese grupo en el que se encontraba el acusado y un menor que portaba droga en una chaqueta que decía ser de su propiedad.
Es decir, de una intervención que nada tenía que ver con los hechos sometidos a vista judicial se llegó a este caso de tráfico de drogas.
El menor, una vez fue detenido, declaró que la droga que portaba era del acusado y que tenía más cosas, pero que no había hablado por miedo y que se la daba a él porque era menor y así no le pasaba nada.
Esa versión fue también la ofrecida por todos los policías nacionales que además detallaron que el menor les señaló que lo utilizaban para que vendiera esa droga y se llevara un beneficio. “Empezó a llorar y dijo que el adulto lo utilizaba para guardar la droga porque a él no le iban hacer nada”, se explicó en sala.
La declaración de los policías nacionales fue corroborada por el menor que quiso ser muy claro: “La droga no era mía. Mi primo (por el acusado) me pidió la chaqueta y me metió la droga. Una vez llegó la policía y dije que la chaqueta era mía, él me miró y me dijo que me autoculpara, que a mí no me iba a pasar nada”.
Además, el menor señaló que “él no iba a mentir” y que hasta el abogado del acusado le ha insistido en varias ocasiones para que mintiera. “Me pidió que dijera que la droga era mía, que estaba en mi chaqueta y que me iba a comer el marrón de todas formas. Además, familiares del acusado me han pedido que declare a su favor y me dan dinero. Pero no voy aceptar algo que no hice”.