La titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Ceuta condenó al llamado S.B.A. por un delito de conducción temeraria y dos delitos de lesiones en concurso ideal.
El acusado reconoció los hechos y aceptó la pena de 1 año y 9 meses de prisión, así como la prohibición de poder conducir vehículos a motor en un periodo de 3 años y 6 meses. No entrará en prisión, ya que la pena se le suspende durante el periodo de 3 años, siempre y cuando no vuelva a delinquir durante ese periodo de tiempo y realice un curso de reeducación vial.
Asimismo, como responsabilidad civil, el acusado tendrá que hacer frente al pago de 3.568,02 euros por las lesiones causadas a un agente de la Policía Nacional, así como 2.668,64 euros por las sufridas por un taxista.
La cantidad a abonar a este profesional es la que discutió, ya que el consorcio no estaba de acuerdo en la cantidad de 2.668,64 euros, y detalló que tenía que ser 1.684,21. En ese sentido, la Acusación Particular entregó un documento con el que acreditó que la diferencia se debía a la cantidad de sesiones de rehabilitación que se tuvo que dar para recuperarse de las lesiones. Una versión, con documento en mano, que fue creído por la magistrada que determinó que el pago fuera de 2.668,64 euros, ante lo que el consorcio determinó que recurrirá la sentencia.
Los hechos ocurrieron el 30 de noviembre del año pasado
Los hechos a los que se hizo referencia en este juicio ocurrieron el 30 de noviembre del año pasado. Sobre las 00:20 horas, el acusado circulaba a los mandos de un vehículo, si bien el acusado no contaba con la autorización para conducirlo. A consecuencia de que el acusado realizó una maniobra irregular, agentes de la Policía Nacional que se encontraban prestando servicio de control en la zona, le advirtieron mediante señales acústicas y luminosas para que detuviera su marcha.
El acusado, haciendo caso omiso a las indicaciones de los agentes, aceleró la marcha y con claro desprecio a las normas de tráfico, circuló a gran velocidad invadiendo el carril contrario a la vía, poniendo en serio peligro la vida e integridad de los peatones y resto de usuarios que tuvieron que apartarse para evitar ser arrollados.
A consecuencia de ello, el coche policial se puso en paralelo al vehículo del acusado con la intención de que no continuara la huida. En un momento determinado, debido a esa conducción, el acusado golpeó al coche policial, que irremediablemente terminó por dar a un taxi que se encontraba en la vía.
Debido a ese accidente, se ocasionaron lesiones y daños en los vehículos. El agente sufrió un esguince cervical de grado II. El taxista, por su parte, sufrió cervicalgia y lumbalgia.
El vehículo policial sufrió daños tasados en 955,61 euros, mientras que el taxi valorados en 638,56 euros. Ese cuantía ya fue abonado antes de la vista.