Mohamed cuenta que en la noche del jueves al viernes permaneció ocho horas en la explanada de Loma Colmenar para poder marchar
a Marruecos. Llegaba de la Península. Su caso es uno más de los encuadrados en la suerte de relatos críticos que acontecen
en la zona de embolsamiento, financiado por el Gobierno de Ceuta para evitar el colapso de la carretera nacional. Este viernes, el tiempo medio de espera es de 5 horas. Los coches de ceutíes se mezclan con los de los porteadores encubiertos y con los de los marroquíes que han venido atraídos por la campaña de rebajas. Las imágenes que les llegan de la frontera arrojan un Tarajal ‘limpio’, pero se les retiene en esa explanada hasta que el filtro fronterizo ‘traga’. Los duros controles aduaneros causan recelos y hasta que no se garantiza que no habrá retenciones dentro de la propia frontera no se permite la salida de vehículos.
La imagen que está dando Ceuta es pésima, puesto que estas informaciones que corren como la pólvora por los grupos de Facebook y WhatsApp causan un rechazo entre quienes van a elegir la vía de Algeciras para desembarcar en nuestra ciudad y pasar a Marruecos. Entre los ceutíes la indignación es total porque se les mezcla con los porteadores y se les condena a estar bloqueados en la explanada sin poder cruzar aunque en sus casos ni lleven mercancía ni tengan nada que declarar al respecto. Esas horas son extensibles para todos. La condena de la explanada la tiene que cumplir todo aquel que quiera cruzar el paso fronterizo, aunque en la misma ni se cumplan las mínimas condiciones de seguridad ni de cumplimiento de la normativa en materia de riesgos laborales. La ausencia de información sobre cuántas horas realmente habrá que esperar para salir envalentona aún más a las sufridas víctimas del embolsamiento.