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El empresario Ismael Dris aportó las claves para que los negocios fidelicen un ‘target’ que considera imprescindible
Ismael Dris, economista de formación y empresario del sector textil, fue el encargado de inaugurar con su ponencia la primera Semana del Comercio en Ceuta.
En la Cámara de Comercio se ofreció un taller de atracción del cliente marroquí, destinado a los empresarios locales con el objetivo de que atraigan y fidelicen al cliente que atraviesa la frontera para adquirir productos o consumir servicios en la ciudad.
Dris insistió en la importancia de conseguir que, tras un primer contacto, el consumidor marroquí vuelva a los negocios ceutíes. “Necesitamos al cliente marroquí. Los comercios que tenemos no pueden subsistir sólo del local. Desgraciadamente de la península no vienen mucho clientes y la realidad es que los que vienen son de Marruecos. El comercio de Ceuta se tiene que conectar a ese cliente si quiere subsistir”, explicó el empresario.
Dris desarrolló a los asistentes un bloque de atención al cliente, las peculiaridades más propias del cliente marroquí, la evolución de Marruecos en los últimos años o las fortalezas y debilidades de Ceuta a nivel comercial. En su ponencia dio importancia al servicio al cliente como la clave.
En el contexto de los problemas en la frontera del Tarajal
La ponencia se desarrolló en el contexto de los problemas que se están produciendo en la frontera del Tarajal, con cierre de la misma en la mañana de ayer. A pesar de que Dris no quiso entrar en ese tema, argumentando que “se nos escapa”, recordó que es algo que al colectivo de empresarios afecta: “Obviamente nos afecta mucho, aunque eso son otros los que deben solucionarlo. Y no es sencillo. Yo soy mayorista y fundamentalmente trabajo con el cliente marroquí. Nos afecta hasta tal punto que vamos a abrir una filial en Tánger para dar salida a nuestros productos”, explicó.
Ismael Dris aseguró que el cliente marroquí a día de hoy “solicita de todo”. “Mucha gente viene incluso al parque marítimo en verano. El cliente marroquí demanda y consume todo tipo de productos que podamos ofrecer”, insistió, sin obviar al cliente que compra para revender: “Son los clientes que yo tengo o los que van al Tarajal. Siguen siendo clientes y hay que tratarlos lo mejor posible, ofreciéndoles el mejor servicio”.