La preocupación por la variante delta del SARS-CoV-2 está presente en muchos rincones del mundo, también en Marruecos. Ha sido en el país alauita donde un miembro del Comité Científico del Ministerio de Salud, Ezz El-Din Ibrahimi, afirmaba recientemente que la información que muchos medios de comunicación promovieron sobre esta extensión del virus tiene poco de real. El profesional alertaba del riesgo por esta variante, que ya estaba presente en el país y que a su parecer continuará en él hasta ser una de las más predominantes en el panorama epidemiológico marroquí.
Medios locales como Tanja24 o Hibrapress se hacían eco de las palabras de Ibrahimi, quien advertía de que la variante delta del coronavirus había llegado a Marruecos y que cree que en cuestión de semanas sería la más extendida. Su rápida propagación es uno de los alicientes a los que apuntaba por su peligrosidad. Sin embargo, también recalcó que haber recibido la pauta completa con cualquiera de las vacunas actualmente aprobadas para la COVID-19 sigue siendo una medida preventiva eficaz, también contra esta variante.
Por su parte, el jefe del Gobierno marroquí, Saad Dine El Otmani, ya advertía al comienzo de este mes de julio del riesgo por la situación epidemiológica. En un Consejo de Gobierno avisaba del aumento de contagios y casos activos en territorio alauita, que prácticamente se habían duplicado en las dos últimas semanas, e incidió también en la alta presión hospitalaria.
Ante este panorama, El Otmani llamó a la ciudadanía, a las instituciones y a todos los actores implicados a redoblar sus esfuerzos y mantener las medidas de precaución sanitarias. La llegada de variantes del virus, sumada al incremento de los casos, ponen en jaque no solo a Marruecos sino a otros países que se encuentran en una situación similar, con cierto riesgo pese al ritmo de vacunación.