La Comisión europea “está resuelta a apoyar la cooperación al desarrollo con Marruecos a través de un diálogo regular con este país socio para lograr una repercusión duradera” y “acoge con satisfacción” la “evolución positiva” que aprecia en las relaciones entre el Reino alauita y España tras la crisis migratoria de mayo, pero “no dejará de vigilar de cerca” la situación”.
Así se lo ha asegurado Olivér Várhelyi, el comisario de Vecindad y Ampliación, al eurodiputado español Jordi Cañas, que interpeló “por qué la vulneración del Convenio de los Derechos del Niño no fue considerado como elemento para replantearse la ejecución de los fondos de la Unión” hacia el país vecino.
“La UE”, le ha contestado Várhelyi, “sigue la situación de los derechos humanos en Marruecos como parte de sus contactos regulares con las autoridades marroquíes, que incluyen un subcomité bilateral en materia de derechos humanos”.
“Las autoridades marroquíes han reanudado el diálogo con las autoridades españolas sobre la crisis de Ceuta y han confirmado su compromiso de retomar el control de la situación fronteriza y readmitir a los menores marroquíes en situación irregular”, se ha congratulado el político húngaro.
Desde su punto de vista “la cooperación de la UE apoya la capacidad técnica y financiera de Marruecos para llevar a cabo reformas sectoriales que mejoren el desarrollo humano, en particular en el ámbito de la buena gobernanza, el Estado de Derecho y los derechos humanos”.
“La Comisión”, ha detallado a Cañas, “supervisa los avances en su cooperación a través de evaluaciones periódicas internas y externas que incluyen verificar que los fondos de la UE se han empleado de conformidad con las condiciones establecidas en los acuerdos pertinentes, y manteniendo un diálogo con las autoridades nacionales competentes responsables de la aplicación de las reformas sectoriales”.
El eurodiputado español de Ciudadanos (Cs) mostró sus dudas después de que la Comisión asegurase que “no puede supervisar” posibles incumplimientos por parte de Marruecos de sus obligaciones en virtud del Convenio de los Derechos del Niño a pesar de que la Declaración Unión Europea-Marruecos de 2019 menciona la “convergencia de valores” como uno de los pilares de las relaciones bilaterales y, específicamente, el “alineamiento” en torno a los derechos humanos y libertades fundamentales y el desarrollo de oportunidades para la gente joven.
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No tienen cojones de ir a Marruecos a quejarse