Las obras del futuro polideportivo de Juan XXIII han dado comienzo con la retirada de tierra en una zona con un elevado desnivel, pero que no será impedimento para acometer esta actuación que, además de las instalaciones deportivas, comprende un espacio público para el descanso de los vecinos.
El proyecto consiste en la mejora del polideportivo de la barriada que apenas tiene uso debido al deficiente estado en que se encuentra. Se complementará con un espacio público para el descanso de los vecinos, mientras que una tercera actuación irá encaminada a la mejora de las conexiones con la playa de la Almadraba y el Paseo Marítimo, que incluye una apuesta por la accesibilidad.
La dotación de un espacio deportivo renovado se justifica en las condiciones en que se encuentra el polideportivo de con un firme en muchas zonas inexistente, un cerramiento inadecuado para unas instalaciones de estas características y un deterioro generalizado que ha llevado a la imposibilidad de celebrar eventos deportivos en estas pistas.
También se llevará a cabo una mejora del local social y los vestuarios (una caseta de adoquines sin apenas ventilación) generándose un único espacio de mayores dimensiones que aglutinará los vestuarios para los jugadores, el almacén para el material deportivo y un local social. Sería un área similar a la que se habilitó en el polideportivo de Junta Obras del Puerto, donde también se incorporaron las dependencias de la asociación de vecinos al conjunto global.
Otra de las intervenciones encaminadas a la mejora del polideportivo ejecutará la instalación de una cubierta que protegerá a los jugadores de las adversas condiciones meteorológicas tanto en invierno como en verano. Además de preservar a los usuarios de la lluvia y los días soleados, dicha cubierta contempla un doble uso, ya que se convertirá en la base de una nueva zona de descanso para los vecinos, una plazoleta en la que se dispondrán bancos, jardineras y una pequeña área de juegos infantiles para niños de diferentes edades.
Incidirá en la mejora de la accesibilidad
La mejora de las conexiones se configura como otro de los aspectos primordiales en esta obra. La barriada no dispone de un acceso cómodo hasta la playa de la Almadraba y el Paseo Marítimo, además de no tener accesibilidad para discapacitados desde O’Donnell en cuanto la pendiente registra más del 10% permitido por ley para un itinerario accesible. El nuevo espacio público solventará estas carencias ya que permitirá a los transeúntes descender hasta el Paseo Marítimo a través de una rampa habilitada en el área de descanso que transcurre por el perímetro del polideportivo, cuya zona también será urbanizada. El acerado, muy estrecho actualmente, se ampliará para responder a la normativa de accesibilidad.