Algunos países que tienen problemas con otro Estado, aprovechan las crisis del gobierno contrario por cambios en el poder, corrupción u otros temas, para plantear sus reivindicaciones también territoriales o incluso actuando en consecuencia, de lo que hay evidentes ejemplos en la política internacional de algunos de ellos que afectaron a España en su día.
Por eso, en los casos de crisis internas, algunas decisiones deben estar tomadas en firme con antelación. Respecto a Ceuta, se está recibiendo con general satisfacción la continua escala de buques de la Armada e incluso convendría estudiar la posible fijación de unidades en las instalaciones del puerto. Porque Ceuta tiene una larga tradición en este aspecto e incluso llegó a albergar no solo unidades de la Marina, sino una Base de hidroaviones que operó en el muelle de La Puntilla hasta 1950.
Algún especialista se extrañó cuando cierto personaje destacado dijo que el de Ceuta era un puerto a ninguna parte. Este se refería en tono exagerado a que dicho puerto perdió en 1956 su carácter de base logística del Protectorado de Marruecos seguida de la supresión del negocio de aprovisionamiento de buques en general y de combustibles en particular al quedar fuera de la Unión Aduanera. Pero es que también le afectó la puesta en marcha de la nueva orientación de Algeciras, el enfoque práctico de Gibraltar y la puesta en marcha de Tangermed. Con todo esto, Ceuta se sigue enfrentando a una difícil situación.
En la actualidad, las escalas de naves de la Armada en el puerto de Ceuta tiene gran importancia desde el punto de vista estratégico y para la moral de sus ciudadanos, ante la política de continuas concesiones a nuestro vecino del sur. Queda también pendiente que, respecto a la guarnición de Ceuta, se cumpla con las necesidades de incremento y puesta al día de la misma, para que la política internacional de España quede definida en esta zona tan estratégica.