Quisiera dirigirme al señor comandante general de Ceuta, Alejandro Escámez, en agradecimiento a su noble gesto de felicitar y compartir unas palabras de buenos deseos y simpatía con la comunidad musulmana de la ciudad.
Se trata de palabras, sin duda alguna, que han sido pronunciadas por un gran hombre que cultiva los valores humanos en su esencia.
Es un vecino que comparte con los ceutíes su riqueza cultural, su pluralidad, su patrimonio histórico, la diversidad de sus fiestas y tradiciones y, sobre todo, su gran espíritu de convivencia.
Desde aquí le deseo la bienvenida a Ceuta, una ciudad que siempre ha acogido con el corazón abierto y ha tenido respeto y estima a sus instituciones.
Gracias.