Hace 50 años ocurrió lo inesperado. “Hermy, tu padre ha tenido un infarto y se lo han llevado al hospital”; éstas fueron las palabras que mi primo MILÁN pronunció, al acercarse al “Colegio López de Vega” donde yo daba clases, realizando las prácticas de magisterio. Ocurría el día 8 de Enero de 1973.El día antes habíamos estado en Tánger con mis tíos Miguel y Mari, mamá y un grupo de amigos. Íbamos en una furgoneta color naranja que mi tío conducía perteneciente a una agencia de viajes donde éste trabajaba.
El viaje a Tánger transcurrió estupendamente y lo pasamos muy bien. A la vuelta a Ceuta, y por la calle independencia, ocurrió un percance, mi tío Miguel frenó en seco pues delante iba un hombre en una bicicleta que no llevaba luces. Quizás mi padre se impresionara y llevara un buen susto. PAPÁ estuvo en el hospital hasta el 21 de Enero en que falleció a los 49 años. Mis visitas a éste, con MAMINA (mi abuela materna) eran diarias para verlo. Él mantenía como siempre su gran sentido del humor que no le faltó en vida. Recuerdo que durante varios días estuvo terminantemente prohibido entrar en la habitación ya que PAPÁ estaba grave.
Recuerdo un día y sentada a su lado, Él me dijo: “Hermy, cuéntame cosas. ¿Serás tú la madrina del bebé que va a nacer?”(Una futura prima mía) le dije que ya tenía asignado sus padrinos, pero cuando él falleció, mis tíos decidieron que yo fuera la madrina (algo que a PAPÁ le hubiera gustado).Natalia, mi prima, va a cumplir 50 años.
Lo que más destaco de mi PADRE es el gran sentido del humor que tenía (Yo lo he heredado de él) y la facilidad con que se disfrazaba haciéndonos reír a todos. Algunas veces mis vecinos subían a mi casa y él empezaba a hacer de las suyas. Le encantaba disfrazarse de payaso; para ello se colocaba vestimenta al uso y sacaba un paraguas, lo abría, le daba vueltas y disparaba caramelos. También se disfrazaba de enano, se colocaba de rodillas sobre unas zapatillas y comenzaba a andar(a veces MAMÁ lo acompañaba).También le encantaba disfrazarse de Fidel Castro, todo vestido de color caqui, sacaba una pipa y hacía como si fumara, entonces decía aquello de “¡Aquí mando Yo!”. Las vecinas sobre todo se reían muchísimo, por ejemplo la madre del que fuera médico el Doctor Fossati, Doña Ángeles y su tía Doña Mercedes. En cierta ocasión, MARI DELI prima hermana de mi madre, estuvo enfadada un tiempo con su entonces novio Juan de Azcarate. Se encontraban en mi casa y mi padre apareció vestido de sacerdote con una sotana negra y una coronilla, los cogió de las manos a los dos, los bendijo y les dijo que hicieran las paces; él los animaba de tal manera que MARI DELI y Juan se dieron un abrazo y un beso e hicieron las paces.
En cierta ocasión y por época de Reyes, el tío CHICO, el tío MIGUEL y BERNABÉ (mi padre), se vistieron de Reyes Magos, haciendo las delicias de los niños de la calle Alfau. Fue muy divertido y hubo hasta sesión de fotos.
Mi PADRE trabajó en intendencia (por las mañanas) sita en la calle Brull (antes estuvo en Paseo Colón) y por las tardes en las oficinas del Señor Benoliel (actualmente un chino y antes Restaurante La Jota).Cuando fue llevado al hospital, trabajaba en el Paseo Colón.
Una tarde, en el Hospital Militar, tuvo un infarto y yo estuve presente. Recuerdo que cogí una cruz que estaba en su cabecera y se la coloqué entre sus brazos. PAPÁ me lo agradeció; en menos de 10 minutos se estaba disfrazando, como era habitual en él. MAMÁ no se separaba en ningún momento de su lado.
Le encantaba imitar a los “alijoudi” (hebreos) frotando las manos con ahínco, también pronunciaba muchas palabras en árabes. Le encantaban los niños y las personas mayores, lo cual indicaba que era buena persona. Tenía muy buenos AMIGOS (de Intendencia) con sobretodo PEPE CASTRO DE COZAR, su mejor confidente y compañero de paseos. Los dos pertenecían a la HERMANDAD DE LAS PENAS (San Francisco), amantes de la Semana Santa. Mi PADRE era Hermano Mayor de la Virgen de las Penas. Cuando estrenaron Cristo (Humildad y Paciencia) en 1961estaban muy contentos.
Mi PADRE también nos ayudaba a mi hermano y a mí en los estudios junto con MAMÁ. Son muchas las noches de sacrificio junto a nosotros para estudiar y hacer trabajos manuales. BERNABÉ tenía una letra muy bonita y puede que yo haya heredado ésta faceta de él. Sobre todo los trabajos con plumilla y tinta china los bordaba.
Cuando yo terminé el bachillerato en La Inmaculada, mis padres me preguntaron qué estudios quería realizar y yo les dije que me hubiera gustado estudiar bellas artes en Sevilla o filosofía y letras en Granada; Entonces me aconsejaron estudiar magisterio en Ceuta, pues de la otra forma no podrían correr con todos los gastos en mis estudios; yo les dije que sí y así me ha ido, pues les tengo que agradecer que me motivaran para entrar en el mundo de la enseñanza que tanto me ha gustado y me sigue gustando. Como mi MADRE no pudo estudiar por causas de la guerra, mi PADRE la animó a estudiar por correspondencia, cosa que ella hizo y se sentía muy agradecida y contenta.
A PAPÁ le encantaba después de comer, sobre todo los sábados, sentarse en su butaca, taparse con una mantita y prepararse para ver una buena “Peluca”, como él llamaba a las películas en televisión. Era “cafetero” y “fumador”. Cuando el médico le prohibió el café y el tabaco, él me pedía con mucho sigilo un “culito de café” y alguna que otra “caladita” de tabaco. Le regañábamos y él decía que no lo iba a hacer más.
PAPÁ trabajó mucho toda su vida, de ahí que el Señor Benoliel le dijera tras su ingreso en el hospital que no se tenía que preocupar de volver al trabajo, que él lo ayudaría económicamente. Éste Señor se portó muy bien. Le gustaba mucho el fútbol, era del Real Madrid, todos los domingos junto al abuelo JUAN, el tío PACO y mi hermano JUAN MIGUEL, marchaban al “Alfonso Murube” para ver al Ceuta jugar. Eran felices. Muchas veces en el transcurso de la comida PAPÁ y mi hermano hablaban mucho de fútbol, se entretenían; siempre fueron grandes AMIGOS. Cuando mi hermano se rompió una pierna teniendo 20 años, mi PADRE iba al hospital siempre a verlo todos los días; le afectó mucho la caída que tuvo mi hermano.
Son muchas las cosas y anécdotas que podría contar de mi PADRE, como cuando en mi casa se quedaban algunas compañeras por la noche para cenar y estudiar. ÉL, MAMÁ y MAMINA hacían tortillas de patatas para todas ellas. De madrugada, PAPÁ se asomaba al salón donde nos reuníamos y nos decía: “niñas, ¿un cigarrito?” y así nos animaba en los estudios. Al poco de fallecer PAPÁ, terminamos las prácticas de magisterio. Yo saqué un 7,8 y esta nota en papel estuvo muchísimos años en el cajón de su mesita de noche; ésta fue la dedicatoria que le hice por mi trabajo en magisterio.
A ti PAPÁ al que sigo queriendo tanto y siempre estás en mis pensamientos y corazón. Por siempre y para siempre, tu hija HERMY.
P.D A mi hermano JUAN MIGUEL quien compartirá conmigo todas éstas vivencias y recuerdos de nuestro PADRE BERNABÉ.