El mundo sigue hacia adelante, a pesar de los cambios que se están viendo día a día. Nos dejan grandes personas, que se les tienen mucho respeto, pero aunque hagamos un alto en el camino para darles sepultura, son solo unos instantes.
Ya dentro del Tanatorio se le recuerda por todo lo que ha hecho o iba a hacer, pero ya salimos de allí, con una nueva idea, un nuevo objetivo. Es ley de vida y un refrán lo dice todo: “El muerto al hoyo y viva el bollo”. Y es que esta vida solo tiene un objetivo: vivirla.
Cuando una gota de agua cae a la Tierra, tiene sus días contados, y solo ella puede dar muestras de lo que va haciendo. Los demás piensan que “ella es algo insignificante”, pero eso no es así.
Sin esa pequeñísima gota, no habría un charco, sin él no habría un pantano y sin ello no habría vida, de la que nosotros conocemos. No es hablar por hablar, es darle a la lógica.
Ese hombre ha amado, ha tenido descendencia, ha luchado por tener algo en la vida. Eso quiere decir “que ha hecho algo dentro de su mundo”. Esa es la huella tan detectable, que ha dejado. Eso es evolucionar.
Por ello, aunque no seamos nada, pero sí hemos contribuido para que este mundo pueda seguir girando, a la velocidad que sea. No es un simple adiós el que mostramos a nuestros difuntos, es un gracias, por todo lo que has hecho por nosotros y por la humanidad.
Por eso hay que mirar hacia adelante y ayudar a la buena evolución de nuestra sociedad. Y ese es un camino muy difícil, que solos no podemos hacerlos, pero juntos sería otra cosa. Luego esa reunión preparada dentro de un rato malo, fue un acierto para seguir adelante y hacer nuestras cosas del hoy, por un mañana mejor.
Mi vida
Entraba en un pasillo
Salí en brazo.
Me diste biberón.
Yo salí andando.
Estudié mucho.
Y me labre un trabajo.
Busque un sustento.
Y lo encontré contento.
Era ella un suspiro.
Y yo un enamorado.
Tuvimos hijos.
Le pusimos Hugo.
Y después de criarlo.
Vinieron los nietos.
Esos nuevos hijos.
Con unos pocos de años.
Y cuando estaba entusiasmado.
Me fui al otro barrio.
Fui al otro lado.
Muy contento.
Y más cuando hablo
De lo pasado.
Tu debes ser yo.
En el prometedor futuro.
A Dios pondré de testigo.
Que tú serás mejor que yo