El día 6 de febrero de 1993, se enfrentaban en Riazor, el Depor y el Sevilla. En el equipo andaluz se alineaba el mítico Diego Armando Maradona y lo entrenaba el temperamental argentino Carlos Salvador Bilardo. En una disputa de balón, una bota de Maradona impactó de forma accidental en el rostro del defensa coruñés Albistegui. Ambos rodaron por el suelo y el fisioterapeuta del Sevilla, corrió inmediatamente a atender al ídolo argentino. Afortunadamente, el divo se levantó, porque no había sufrido ningún daño, pero el contrincante yacía con la cara ensangrentada. El facultativo se dirigió deportivamente a atenderlo mientras Bilardo, desde el banquillo, lo recriminaba a gritos: “¡Pisalo, pisalo! ¡Al contrario, pisalo!”.
La antideportiva expresión− con la prosodia argentina de cambiar la esdrújula por llana− del particular técnico sudamericano, sirvió durante algunos años como griterío jocoso del público, en muchos campos de futbol, cuando los cuidadores del equipo rival salían al terreno de juego para atender a algún futbolista.
Esta pintoresca anécdota me ha dado pie−nunca mejor dicho− para redactar este artículo, dedicado a las extremidades del sistema locomotor, una de cuyas capacidades es la de pisar.
El pie humano es una obra de ingeniería mecánica y estructural. Gracias a ello podemos caminar y mantenernos erguidos. Sus 26 huesos−calcáneo, astrágalo, escafoides o navicular, cuboides, cuneiformes, metatarsianos y falanges−, las 33 articulaciones, los 107 ligamentos, 19 músculos y tendones, unido a las arterias, venas y nervios, con un funcionamiento coordinado, permiten los útiles movimientos.
Ciertamente, el pie a pesar de su funcionalidad e importancia, es un elemento de nuestro organismo infravalorado, quizá por su estética, poco afortunada en muchos casos, o por sus relación−cada pie tiene cerca de 125.000 glándulas sudoríparas− con emanaciones olorosas. Morfológicamente se distinguen los tipos: “pie egipcio”−el más común−, “pie cuadrado o germánico”, con dedos iguales y “pie griego”, el más escaso, con el segundo dedo más largo.
A pesar de la antedicha escasa valoración de los pies, no faltan quienes les encuentran un motivo de excitación sexual que lleva, no solo a la contemplación−especialmente de los femeninos− sino al íntimo contacto de los sentidos con ellos. Según Freud, el origen de esta tendencia fetichista procede de la infancia y se llama podofilia. En muchos casos, la atracción se extiende y se manifiesta en los elementos que los cubren, especialmente, los zapatos de tacón.
El pie, por su complejidad y su ardua función, se ve afectado por numerosas afecciones y lesiones, entre ellas: juanetes, pie de atleta, fascitis plantar, callosidades, ampollas, espolón calcáneo y otras. La gota es una enfermedad reumática, inflamatoria que afecta principalmente al dedo gordo y es causada por el exceso de ácido úrico en la sangre, que ocasiona la acumulación de cristales de urato en los tejidos y articulaciones.
Según el ISAF (Instituto de Ciencias de la Salud y la Actividad física), el pie está diseñado para caminar descalzo, ya que la piel del mismo es 600 veces más resistente que la del resto del cuerpo y la grasa envolvente –fundamentalmente del talón− protege de roces e impactos.
El pie humano fue utilizado desde la antigüedad−la primera referencia histórica lo relaciona con Sumeria− como unidad de medida de longitud. Fue muy empleado por griegos y romanos. En la actualidad, gracias al Sistema Internacional (SI), está obsoleto salvo en Reino Unido, EEUU y Canadá, equivalente a 30,48 cm. Curiosamente, se utiliza en todo el mundo en la aeronáutica, para expresar la altitud de vuelo de los aviones. El calibrador pie de rey, es un instrumento de medida de precisión−analógico y digital− utilizado en la arquitectura y la ingeniería. Posiblemente, su nombre es una referencia a la probable utilización antigua de la dimensión del pie del rey del lugar como unidad de medida.
En el cuento infantil “Cenicienta”, el pie tuvo una importancia esencial, ya que al adaptarse perfectamente al zapato que había perdido en la noche de gala, sirvió para que el enamorado Príncipe identificara a la bella muchacha que le había conquistado esa noche− la humilde, pero transformada, Cenicienta− y la convirtiera en Princesa.
Por el apelativo que los caracterizan, citamos a “Los pies negros” que constituyen una tribu de indios, procedentes del centro de Canadá, que emigraron a las grandes llanuras desde la región de los Grandes Lagos. No obstante, el calificativo que los identifica no tiene que ver con sus extremidades, sino con el color negro de los mocasines y calzado que usaban. Eran nómadas, expertos jinetes y cazadores de bisontes y antílopes, de los que se alimentaban y curtían sus pieles. Recolectaban tubérculos y no consumían pescado, por creer que en las aguas de ríos y lagos vivían seres especiales. Adoraban al sol y en la actualidad su población ha disminuido considerablemente. Gran parte de ellos habitan en el noroeste de Montana (EEUU).
Los pies han sido, por sus especiales características, objeto de aplicación de torturas. Entre ellas, el llamado cepo chino−originado en el continente asiático− consistente en la introducción de ambos pies en una especie de cajón de madera, en el cual mediante un mecanismo manual se iba aumentando la presión sobre los miembros, de tal manera que originaba gradualmente fuerte dolores e incluso la rotura de la estructura ósea. El golpeteo con fusta de las plantas de los pies, es otro doloroso procedimiento de tortura.
Menos perversa es la llamada tortura china por cosquillas. Fue muy común como castigo a delincuentes, durante el mandato de la dinastía Han en el siglo III. Acariciando con plumas u otros instrumentos las plantas de los pies− la zona del cuerpo humano con la mayor cantidad de terminaciones nerviosas por centímetro cuadrado− se producía una incontrolable risa en el individuo receptor, que llegaba a ser incluso dolorosa al mantenerse durante largo rato. Aunque el origen se atribuye a los chinos, hay referencias históricas de utilización de la misma en la antigua Roma, aplicando agua salada a las plantas y dejando que una cabra las lamiera, produciendo las inevitables cosquillas. No debe excluirse la existencia de algún fallecimiento con esta técnica− hay antecedentes históricos de muertes por risa− por asfixia, paro cardiaco o derrame cerebral.
Durante más de mil años ha permanecido en China la tradición de los pies vendados. Consistía en realizar un atado, con apretadas vendas de algodón, en las extremidades− doblando los cuatro dedos más pequeños por debajo de la planta−de las niñas de 4 a 9 años para conseguir el llamado “pie de loto”, de no más de 7 centímetros. La costumbre pudo tener su origen en la Corte de la dinastía Tang− los primeros registros históricos datan de los años 937 y 975− cuando las mujeres de las clases altas quisieron imitar el pequeño pie de una bailarina, como objeto de atracción física. La práctica del vendado se extendió entre las clases altas durante la dinastía Song (960-1279). La imitación, desembocó en la adopción progresiva de la costumbre por las clases populares−durante el siglo XIX era común en toda China− posiblemente con el objetivo de hacer atractivas a las hijas, a fin de conseguir un pudiente esposo.
Necesariamente, por la minúscula sustentación de los pies, el modo de andar de las mujeres vendadas era a base de pasos ligeros y pequeños− vienen a la memoria las sugestivas geishas− con un ligero tambaleo, que según parece las hacía más atractivas. Aparte de la teoría de la belleza, hay quien incluye para la práctica del vendado un enfoque económico, explicado con el objeto de poder utilizar intensivamente −debido a su dificultad de desplazamiento− a las mujeres para ocupación exclusiva en labores estáticas. A pesar de los intentos de acabar con la dolorosa y bárbara costumbre, la misma continuó hasta principios del siglo XX. La última niña china vendada, lo fue en 1957.
Pisada es la acción de pisar o la huella que deja un pie al pisar y pisotón, según el DRAE, es una pisada fuerte sobre el pie de otro o sobre otra cosa. En la jerga periodística, se entiende el pisotón como el hecho de conseguir y difundir una noticia en exclusiva, adelantándose a la competencia a la que se deja en evidencia.
A las cuatro menos cuatro minutos, del 21 de julio del 1969−hora española− el astronauta norteamericano Neil Armstrong pisó por primera vez, en la existencia de humanidad, la superficie de la Luna. La histórica pisada, según manifestó exageradamente la NASA, permanecerá allí durante un millón de años, al no existir viento que la borre. Ciertamente en nuestro planeta existen pisadas fósiles de animales prehistóricos e incluso pisadas− más míticas que reales− como la del pie derecho de Jesucristo en Jerusalén o varias pisadas del mismo en Roma.
En el siglo V, uno de los peores enemigos del imperio romano fue Atila−el azote de Dios− rey de los Hunos. De su caballo Othar, dijo: “Donde mi caballo pisa, no vuelve a crecer la hierba”.
En 1995, EEUU implantó la política gubernamental de “pies secos, pies mojados”, por la cual los cubanos que pisaban territorio estadounidense−pies secos− eran admitidos legalmente en el país. Por el contrario, los que eran interceptados antes de pisar tierra−pies mojados− eran deportados a Cuba. La política fue derogada en enero de 2017, por Barack Obama.
Una de las supersticiones existentes en muchos países, es la de que pisar una caca de perro, trae buena suerte. He leído alguna explicación de su origen, pero lo cierto es que− como todas las creencias esotéricas− todo depende de la internalización de ellas que haga la persona. Posiblemente algún pisador crédulo, correrá raudamente a una administración de lotería y comprará un décimo. Si por casualidad le toca, aunque sea el reintegro, seguro que cada día saldrá de casa esperando encontrar una plasta de can en el suelo.
Inicié el artículo con una anécdota referida al mundo futbolístico. No cabe duda que durante los partidos se producen−y parece que últimamente con más frecuencia− pisotones entre los jugadores, bien de forma accidental durante una jugada o premeditadamente, para intimidar al contrario. Otros pisotones no están directamente relacionados con la disputa de balón, aunque se produzcan en el terreno de juego. Algunos de ellos con repercusión mediática.
Un pisotón emblemático, posiblemente, ocasionó−por la sanción de cuatro años, declarada por la UEFA, para participar en las competiciones europeas− la no continuidad del futbolista Juanito en el Real Madrid. Corría el minuto 39 del partido de semifinales de Copa de Europa, celebrado en Múnich, el 8 de abril de 1987, entre el Bayern y el Real Madrid, cuando una fortísima entrada del alemán Lothar Matthäus al defensa madridista Chendo, hizo que éste se fuese a por él. El alemán cayó al suelo y entonces apareció el extremo Juanito que− incluso con la presencia del árbitro− le propino un pisotón en la cabeza. Por supuesto fue enviado a la caseta y la UEFA le impuso la sanción a que hemos hecho referencia.
Afortunadamente la deportividad hizo aparición y el día anterior al partido de vuelta en Madrid, el 21 de abril, en la sede de un periódico de la capital, se reunieron los dos futbolistas. El español – que siempre había confesado una frustrada vocación de torero− tras pedirle disculpas por su actuación, regaló al alemán una muleta y un estoque. El espeluznante pisotón, quedó saldado con un apretón de manos.
Otro histórico pisotón, fue el propinado por el futbolista búlgaro del F.C. Barcelona, Stoichkov, al árbitro Urizar Azpitarte, la noche del 5 de diciembre de 1990, durante el partido de Supercopa entre dicho equipo y el Real Madrid en el Camp Nou. La reacción violenta del jugador se originó, en la protesta por la expulsión del entrenador Johann Cruyff en el minuto 4. Fue sancionado con dos meses sin jugar.
El pie humano fue utilizado desde la antigüedad−la primera referencia histórica lo relaciona con Sumeria− como unidad de medida de longitud
Los irlandeses tienen fama de bravucones y en ocasiones, bastante justificadamente. Un símbolo de la cultura irlandesa lo representa la tradicional lucha con palos. El shillelagh−nombre único para referirse a un arma− es también una típica pelea. Su desarrollo a través de las etapas de: pelea con palo, lucha de hombros y codos y los pisotones, se rige por la llamada Ley Shillelagh. Disimulada en principios éticos para desarrollo del combate, lo cierto es que no deja de resultar bárbara cuando reglamenta que, al tirar al suelo a un contrincante, el vencedor−y permisiblemente sus compañeros− podían empezar a pisotear al caído con sus espeluznantes botas con suela de clavos.
Hay deportes de luchas, donde se emplean las patadas o acciones con los pies, pero sin duda el más curioso es el inventado en Inglaterra en 1976, llamado “Lucha de dedos de pie”. Curiosamente se celebran campeonatos mundiales, todos los agostos, en el pueblo inglés de Ashbourne, con gran afluencia de público, y además han solicitado convertirlo en deporte olímpico.
El zapateado, es un palo flamenco que combina varios tipos de ritmo. Se utiliza el zapateo como percusión, haciendo que el taconeo combine los sonidos que los bailaores hacen sobre el tablao con la punta y el tacón de los pies. Suelen incorporarse clavos al tacón y la puntera, para que sea más ostensible el sonido.
Hay casos pintorescos, como el del individuo detenido en Valladolid, al que sorprendieron arrancando a pisotones las plumas a los pavos reales que circulan en libertad en el parque de Campo Grande de la ciudad. Lo más curioso, aparte del método utilizado, es que declaró que las estaba consiguiendo para decorar su casa.
Los pisotones, según la bióloga y experta en otorrinolaringología Caitlin O´Connell, de la Universidad de Stanford, en Estados Unidos, suponen para los elefantes una forma de comunicación más efectiva que los sonidos emitidos por su garganta y su trompa. Las ondas emitidas por los pisotones, tienen mayor recorrido−hasta unos 32 km− que las sonoras y pueden ser captadas por sus congéneres. Desgraciadamente los pisotones de los elefantes no solo sirven para comunicarse, sino que cada día aparecen noticias de muertes ocasionadas por pisotones de elefantes hambrientos o por acercarse demasiado a ellos, de niños y adultos.
Los herradores son profesionales que calzan con herraduras a los caballos. Antiguamente−según grabados y figuras− usaban un calzado muy resistente, en la actualidad están en el mercado botas más ligeras de cuero con puntera y lengüeta de metal, para protección de los dedos y empeine de los posibles pisotones y zapatazos del animal.
No es exclusivo de los animales el empleo de los pisotones dañinos. Lamentables y escalofriantes noticias, como la de una niña de 10 años en Wisconsin que mata a un bebé a pisotones en la cabeza, padres o amantes que pisotean hasta la muerte a sus propios hijos o los de su pareja y peleas callejeras, donde la agresión es con los pies, aparecen de vez en cuando en la prensa. El monstruoso colombiano Luis Alfredo Garavito, asesinó durante siete años a más de 200 niños después de violarlos y torturarlos. Golpeaba a pisotones, la cara, el pecho y el estómago ocasionándoles de este modo asimismo, la rotura de las costillas y las manos.
Con los pisotones humanos hay que ser precavidos. El médico venezolano y escritor Ramón Graff Rojas, en uno de sus relatos, cuenta que pisó a una novia en el baile y ella se fue con el cantante de la orquesta. Extrajo una moraleja: “Allí comprendí, que en la vida como en el baile hay que llevar el compás con tu pareja, porque si no, en el camino te dejan”. La estafeta romántica es la sexta novela− en forma epistolar−, de Benito Pérez Galdós, en la tercera serie de los Episodios Nacionales. En la misma, el personaje Dña. Juana Teresa, escribe en una carta a su cuñada: “… pero que no me pise, por Dios, que no me pise, porque al sentir el ultraje y el pisotón, me revuelvo y clavo el diente… no lo puedo remediar”.
El PSOE de Ceuta planteará al Gobierno de Vivas cuatro interpelaciones en la próxima sesión…
Ceuta es un lugar con mucha historia y todo ceutí conoce, o ha escuchado hablar…
“Está en el cielo por donde esté”. Aixa Mohamed recuerda a diario a quien era…
En el mundo de las estafas, la creatividad de los delincuentes no tiene límites. Echan…
El Poblado de Regulares cuida, como el tesoro que son, a las viudas de los…
El pasado mes de octubre en el Congreso de los Diputados se votó a favor…