Vino hacia mi, buscando consuelo, una persona dedicada a la seguridad pública. Me fue contando una serie de cosas que os voy a ir relatando poco a poco.
Maduros son los hombres que hablan, pero por desgracia sin conocimiento. Eso fue lo que pasó ayer en la frontera del Tarajal.
Acusar a unos padres de familia de que se van a quedar con las cosas que llevaba, para uso y disfrute de la unidad familiar o para uno sólo. Son opiniones libres pero perjudican muy seriamente a estos hombres y mujeres que trabajan como resguardo fiscal en la aduana del Tarajal. Son funcionarios que solo desean cumplir con las órdenes que tienen. Y que por cierto tanto ha hecho a favor del ciudadano caballa .
Durante mucho tiempo por favorecer el tránsito entre los dos países, España y Marruecos, se ha perjudicado muchísimo la economía de nuestra pequeña ciudad autónoma de Ceuta.
Pongo ejemplos del cierre de panaderías, ya que traer el pan del vecino país es súper económico.
Tras el cierre de fronteras por motivos del COVID y la nueva puesta en marcha de la misma, se hicieron unos criterios que en la actualidad siguen siendo criticados por los ciudadanos que buscan tener beneficios, como los de las personas que ganan poco, para la limpieza y cuidado del hogar, así como los trabajos típicos de fontanería, carpintería, albañilería y un largo etc. Cosa que nos salían muy baratitas.
Pero con esa visión de futuro, por parte de los hombres inteligentes, se ha puesto en cuarentena y solo podrán seguir su ritmo los que estén debidamente autorizados. Un bravo para ellos y para su futura pensión.
Pero continuamos con el bloque de las frutas y verduras. Aunque se haya puesto un tope de kilos para traer, en este caso de 10 kilos por persona andando y en vehículo igual. Queda claro que la igual debe de tener un tramo.
Si no se puede pasar ni carne, ni pescado, ni artículos manipulados, sin sello de sanidad, las aceitunas, que están arregladas en las casas, “ya que son regalos de los padres o familiares”.. pues tenemos un claro embrollo. No hay un veterinario que pueda certificar que esa fruta y verdura este en condiciones.
La unidad de criterios es fundamental en la vigilancia de nuestra frontera. Las ideas del pasado, del pueblo español, de traerse todo lo que se le antoje, está en un claro visillo del pasado.
En la actualidad hay muchas normas sanitarias que no son comprendidas, y entre la ignorancia y hacer la cara de no tener idea de las normas, intentan que la manga ancha vaya por delante.
Los productos que estén manipulados, como los pasteles, y los que no traigan un sello de una sanidad, muy cuestionable de Marruecos, no pueden pasar por nuestra aduana.
También hay que tener en cuenta las especies que puede contribuir con una invasión en nuestro ecosistema. Es decir, las plantas y animales vivos que no tengan su certificado CITE.
Otra cosa son los animales de compañía que deben de ir con su pasaporte y cumpliendo unas normas como el test serológico de la rabia.
Sé que son muchas normas y pocas ganas de asimilarlas, pero es lo que hay por el momento.
Y solo debo de matizar una cosa: para ir a Marruecos nadie le pone pegas a las normas que allí hay, donde el cero de entrada de productos de España, es la norma general.
Pero de esto nadie habla, solo de cuando vienen a España y no pueden traer lo que quieran.