La Cofradía de Pescadores de Ceuta vuelve a sentirse
“acosada” y “discriminada” por la
Autoridad Portuaria en el muelle pesquero. Se trata de una polémica que se reaviva puntualmente durante los últimos diez años que ha agitado la última visita de las autoridades para volver a exigir que los vehículos de patronos y empleados del sector no accedan a sus instalaciones, sino que permanezcan apartados en el exterior, donde los afectados denuncian que se quedan al albur de los vándalos. Pasó hace algo más de una década y también cuando la
Guardia Civil trasladó definitivamente las instalaciones de su Servicio Marítimo a Alfau, aunque se fue solucionando. “Cuando la Autoridad Portuaria instaló la puerta automática nos dio unas tarjetas, pero ahora han vuelto las amenazas de multas y denuncias”, ha lamentado el presidente de la Cofradía, Rafael Ariza. Si no hay soluciones, el colectivo se plantea convocar movilizaciones más pronto que tarde. Desde su punto de vista el conflicto no tiene razón de ser: “Todos los demás trabajadores de seguridad, limpieza, etcétera, pueden introducir
sus coches mientras están trabajando y eso es lo único que pedimos nosotros, que podamos dejarlos dentro del muelle cuando llegamos a las 6.00 de la mañana a trabajar o saber que los tenemos a resguardo cuando regresamos a las 2.00 o 3.00 de la madrugada de descargar en Algeciras”, resume Ariza.
"No tiene sentido alegar razones de seguridad cuando hablamos de un punto en el que hay control de seguridad privada"
Según su versión, en el interior del muelle hay “sitio de sobra” para estacionarlos y “no tiene sentido alegar razones de seguridad cuando hablamos de un punto en el que hay control de seguridad privada y nos encontramos justo al lado de las dependencias de la Guardia Civil”. “Nos sentimos hartos, acosados y discriminados, sobre todo cuando a la Autoridad Portuaria le consta la existencia de varias denuncias por los destrozos que los delincuentes han causado a al menos dos vehículos en los aparcamientos exteriores de noche con lunas rotas”, resume el portavoz del colectivo, que además de la tareas propias del ámbito pesquero surte de hielo al Mercado desde el muelle, donde lamenta que los cuartillos sometidos a un proceso de regularización hace algo más de tres años han sido entregados a “amigos” mientras “se ha complicado hasta el extremo el acceso de cualquier camión para el depósito o retirada de redes u otros enseres de los pescadores”. Ariza suma a la lista de “agravios” la “falta absoluta de inversiones” en el puerto pesquero. “Hace ya más de diez años se nos prometieron actuaciones para poder exportar productos pesqueros a la península desde la lonja, pero para poder arreglar la máquina de hielo hemos tenido que aportar sin ayudas casi 13.000 euros y nada se ha sabido de la maquinaria necesaria para acreditar la trazabilidad, que se nos ha dicho que tenemos que poner nosotros”, critica con “más de 50 familias” dependientes del sector.