Varios responsables del club marroquí Raja de Casablanca sacrificaron un carnero en una ceremonia pública para frenar la racha de lesiones que han sufrido los jugadores del equipo marroquí en esta última temporada.
El sacrificio se realizó en el estadio del club en el barrio Oasis de Casablanca el pasado fin de semana, informaron este martes los diarios locales Assabah y le360 sport.ma, que añadieron que el acto provocó el asombro de varios trabajadores del club.
La carne del carnero ofrendado se repartió entre los diferentes trabajadores del club como una especie de dádiva para proporcionar buena suerte y poner fin a las lesiones que sufren los jugadores.
12 lesionados desde el principio de esta temporada
Desde el principio de esta temporada 12 jugadores del Raja han sufrido lesiones que han necesitado operaciones quirúrgicas o prolongados exhaustivos análisis médicos.
El diario Assabah, citando a Mohamed Arsi, presidente de la comisión médica de Raja, atribuyó las repetidas lesiones de los futbolistas a los malos preparativos a comienzo de esta temporada.
Los diarios marroquíes recuerdan que en 2006, la junta directiva del Raja, el equipo más laureado en la historia del fútbol marroquí, sacrificó un ternero en el mismo estadio para proporcionar buena suerte.
El Raja Club Athletic conocido internacionalmente como Raja Casablanca, es un club de fútbol profesional situado en Casablanca, Marruecos. Juega en la Primera División marroquí, máxima categoría del país.
Fue fundado el 20 de marzo de 1949 por diversas organizaciones sociales vinculadas a la resistencia marroquí. Son conocidos popularmente como las 'Águilas Verdes', en referencia al águila del escudo, y el 'Equipo del Pueblo' por su relación con las clases populares de Casablanca. Su entrenador es el español Juan Carlos Garrido.
La semana pasada se desencadenaron disturbios en el estadio Mulay Abdelah de Rabat, capital del país, en el partido de la Primera División de Marruecos que enfrentó al FAR Rabat ante el Raja de Casablanca, un duelo de gran rivalidad.
Hasta donde llega la Ingnorancia en pleno siglo XXI, aún creen en la superstición, y creen que el.pobre cordero les va a solucionar el problema, en vez de tomar sus precauciones.