La Fundación Cruz Blanca ha puesto punto y final a sus talleres de verano en los que han participado casi cien personas de distintas edades, tanto del Príncipe como procedentes de los centros de La Esperanza y Mediterráneo además de la oenegé Digmun. La fiesta ha sido conjunta para que los participantes de los distintos grupos pudieran conocerse.
Carlos Lorente, mediador intercultural de la fundación, ha explicado a FAROTV los entresijos de esta escuela de verano, cuya puesta en marcha ha sido posible con la ayuda de distintos patrocinadores.
“En función de las edades hemos plasmado una planificación distinta. Todos han podido disfrutar de actividades de kayak, senderos… hasta la contratación del parque acuático que hay en la Ribera”, ha explicado.
El objetivo de esta actividad pasa por dar una oportunidad para el disfrute del verano a niños que no tienen muchos recursos favoreciendo además que puedan salir de su entorno.
Azahara García, coordinadora de la escuela de verano y educadora social, ha agradecido la implicación de los patrocinadores porque sin ellos esta actividad no hubiera sido posible.