De nuevo,
las obras de la avenida Claudio Vázquez sirven de ejemplo de los problemas a los que se enfrentan las personas con movilidad reducida. Un grupo de jóvenes ha realizado un vídeo, como parte de un trabajo escolar, donde su mensaje principal se basa en la necesidad de adaptar las calles de nuestra ciudad para las personas que necesitan una silla de ruedas para desplazarse. Pese a que los trabajos de remodelación de esta avenida están causando más molestias de las deseadas, el trasfondo de este vídeo es reconocer que por fin se ha logrado que esta avenida pueda ser transitable con una silla de ruedas, pero inciden en que hay muchas más calles y avenidas de nuestra ciudad que no están adaptadas. Manu, uno de los creadores de este proyecto, explica que con este proyecto quería reflejar la autonomía de una persona con discapacidad en la que interviene el contexto urbanístico, “ya que muchas veces las calles impiden a las personas a ser totalmente independientes dentro de sus capacidades”. Es por ello que decidieron aprovechar las obras en esta avenida para reflejar esta situación y “así surge la idea”.
“Al hacerlo nos dimos cuenta que es un problema que realmente afecta, pues había gente que pasaba por el lugar y en el escalón que grabamos específicamente, era imposible de pasar porque es bastante alto. Un señor en silla de ruedas tuvo que cruzar la calle para pasar por el lugar, alargando su camino”, explica Manu. Con un curioso y claro montaje, en el que no han faltado las tomas falsas, los cuatro jóvenes recuerdan en este vídeo cómo era la situación de esta avenida, con altos bordillos que hacían imposible el tránsito para las personas que usan una silla de ruedas o los que empujan algún carrito de bebé. Las personas de movilidad reducida necesitaban de otra para poder cruzar de calle o bien bajar el bordillo, haciendo imposible su autonomía personal. Este proyecto también quiere destacar cómo actúa la gente al ver estas situaciones y su nivel de implicación. “El vídeo también refleja que la unión hace la fuerza, pues se unen las personas que están alrededor observando y con esto conseguimos el cambio”. Para estos jóvenes este cambio deber ser necesario, pero no sólo en este lugar, sino que debe extenderse a toda la ciudad. “Muchas personas, ya sea con discapacidad física o incluso sin ella, tienen que alargar su camino por un simple escalón. Les quita sobre todo la independencia que pueden tener perfectamente y por ello decimos que realmente no es discapacitado sino ‘discapacidad”, opina Manu, adaptando este nuevo término de ‘ciudad discapacitada’. Sin embargo, gracias a las obras que se están acometiendo en esta zona de la ciudad, esas barreras arquitectónicas están desapareciendo, aunque no obvian las molestias que están causando por el retaso en su culminación. Con este ‘antes y después’, estos jóvenes revelan el lado positivo de acometer trabajos en favor de otros colectivos, en este caso de las personas con movilidad reducida.