La Delegación del Gobierno aclaró ayer por fin al detalle, algo más de un mes después del inicio de la reapertura “gradual y progresiva” de la frontera, con qué mercancías se puede entrar en la ciudad desde Marruecos y en qué volumen máximo para no entrar en la consideración de expedición comercial. No era aceptable dejar al funcionario de turno la decisión sobre qué se podía tomar como consumo doméstico y qué no. Solamente después de que la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC) alertase de la posibilidad de conflictos más graves se han disuelto por fin las dudas que persistían desde el no rotund inicial a cualquier producto de mediados de mayo a la progresiva flexibilización de las condiciones de tránsito. La claridad debe ser buena para todos. La ciudadanía tenía derecho a conocer sus derechos y ahora toca cumplir a todos con los condicionantes establecidos. Las autoridades españolas deben emprender una campaña informativa eficaz también con vistas a la fase de retorno de la Operación Paso del Estrecho (OPE) para evitar complicaciones tanto en la frontera como en el puerto con los viajeros magrebíes que pretendan regresar a sus lugares de residencia habitual desde Marruecos con productos cuya entrada en la ciudad no esté permitida. El de la transparencia y la claridad es el mejor camino para tener una frontera segura, fluida, moderna y ordenada.