El Gobierno de la Ciudad de Ceuta, que en noviembre de 2020 prorrogó dos años más la concesión del servicio de transporte público en autobuses urbanos a Hadú-Almadraba con una cláusula que garantiza a la empresa la compensación de sus pérdidas mientras no se recupere su volumen de pasajeros prepandemia (cuando se cerró la frontera y perdió la mitad de sus usuarios), prevé reservar medio millón de euros en el primer expediente de modificación de créditos del Presupuesto de 2022 para sufragar la puesta en funcionamiento de una nueva línea que llegue hasta la prisión y la barriada del Serrallo, así como la modificación del itinerario de otra para que pase también por el cementerio musulmán de Sidi Embarek.
Fuentes de la Consejería de Medio Ambiente y Servicios Urbanos, que tiene las competencias en la materia, han explicado que “en el momento en que se incorporen esas dos nuevas rutas, con las que ya no debería haber ningún problema para mantener trabajando a toda la plantilla de la actual concesionaria, se verá si son necesarias más modificaciones”.
En paralelo, el departamento que lidera Yamal Dris prevé pasar a Contratación “en unos días” los pliegos que regirán la licitación del servicio, adjudicado por cincuenta años a Hadu-Almadraba en 1969.
Procesa supuestamente comenzó en 2018, antes de que expirase la concesión de la época franquista, a perfilar las bases del concurso, que “ya están terminadas”, según han indicado desde la sociedad municipal. La idea es conseguir un salto cualitativo que permita a sus usuarios disfrutar de unas prestaciones del siglo XXI a la altura de otras ciudades del país, con vehículos no contaminantes, climatizados y con GPS para que en las paradas se pueda facilitar información en a los pasajeros sobre posicionamiento y tiempos de espera.
También se ha previsto exigir a la nueva prestataria del servicio una aplicación para poder hacer a través del móvil el seguimiento de la ubicación de los autobuses, en los que se ha barajado solicitar como mérito disponer de conexión inalámbrica a Internet.
El servicio de transporte público en autobuses urbanos trasladó durante el último lustro antes de la aparición de la enfermedad del coronavirus y la clausura del Tarajal a alrededor de 5 millones de viajeros cada año.
Al menos dos empresas de la península se han mostrado interesadas en concurrir a la licitación, una de ellas ALSA, que el próximo año cumplirá un siglo y ya gestiona servicios urbanos en ciudades como Oviedo, Alcalá de Henares, León, Palencia, Bilbao, Santander, Almería, Roquetas de Mar, Vélez-Málaga, Guadalajara o Granada. En Marruecos se ha hecho con ese mismo negocio en capitales como Tánger o Marrakech.