Hay muchas formas de hacer chuparquía. En La Cibeles de Ceuta apuestan por la elaboración más clásica, realizada con los mejores ingredientes. Para hacer la masa, que es la base y el todo de este dulce, mezclan en un bol almendra, ajonjolí, harina, matalauva, sésamo e hinojo. Todo molido y tostado previamente. Muy despacio, van incorporando a la mezcla miel, que en esta casa confiesan que es una de las claves de este postre. La traen de la Sierra de Aracena y aseguran que marca la diferencia.
Poco a poco, sin prisas, se va introduciendo también mantequilla, fundamental, según subrayan, para conseguir que la masa esté menos dura posteriormente.Una vez lista la masa es importante, dicen en el obrador, dejarla reposar unas horas para, después, ir soltándola con dedicación y tiempo con el rodillo.
Una vez cortada la masa en tiras, se da forma al dibujo, que en esta pastelería de Ceuta se hace como una flor, la más tradicional. Aunque, comentan, que hay muchas variaciones hoy en día.
Listo el ramillete, se vuelve a dejar reposar un buen rato (sobre una hora) mientras se calienta el aceite hasta hervir. Poco a poco se van echando las chuparquías al calor, dejándolas unos instantes y sacándolas con rapidez porque, de lo contrario, perderían su esencia. Una vez escurridas, el último paso será echarles por encima la miel muy caliente, dejarlas enfriar y disfrutarlas al máximo con la familia.
Los sabores más dulces para Ramadán
Los dulces forman parte de la mesa de los hogares musulmanes durante Ramadán. Recetas con sabor y tradición que se elaboran a diario para ser disfrutadas en familia y entre amigos cuando llega la hora de romper el ayuno al atardecer. En el obrador La Cibeles, ubicado en la barriada de Hadú, trabajan a destajo para que no falten estos bocados durante el mes sagrado en las casas de Ceuta.
“Llega Ramadán y los musulmanes estamos en ayunas y la mejor forma de reponer fuerzas es hacerlo con un dulce típico; por eso, estos días no paramos de elaborar todo tipo de recetas, como chuparquías o sfouf, con almendras y miel, o pastas de almendras, que en Ramadán se venden mucho”, explica Mohamed Abdeselam Lazrak, hijo del propietario del obrador La Cibeles y futuro de este emblemático establecimiento de la ciudad.
Según el repostero, el producto más demandado es la chuparquía: “La piden tanto que hay veces que estamos friéndolas y ya están encargadas. Como se suele decir, no da tiempo ni de que lleguen al plato, del fuego se van a la casa del cliente”, comenta.
Almendras, turrón, especias, matalauva, hinojo, miel o ajonjolí son algunos de los ingredientes que contienen estos bocados tan reclamados tanto por los musulmanes como por personas de otras religiones, que no dudan en acercarse hasta La Cibeles para comprar estos dulces antojos y otras variedades más saladas, como las pastelas o las breguas de pollo o de marisco.
“En Ramadán lo que más se consume son productos con muchas calorías para que aporten energía al cuerpo tras las horas del ayuno, como la chuparquía, que lleva bastantes especias, tenemos también la baclava de maní, que es un cacahuete francés muy bueno y hacemos breguas pequeñas de almendras con miel, entre otras muchas variedades y novedades que cada año vamos incorporando”, explica el joven.
Todos, en general, son dulces que, según los reposteros de La Cibeles, están hechos con productos naturales y que, al no llevar huevo y ser con almendras, duran mucho en la despensa. Materias primas de primera calidad y mucho esmero en su elaboración hacen de este local uno de los más famosos de Ceuta desde hace ya más de cuatro décadas.
Aunque en Ramadán toca remar más fuerte y hacerlo en ayuno, en La Cibeles saben que el esfuerzo merece la pena porque sus dulces harán disfrutar a muchos musulmanes otro Ramadán más en nuestra ciudad.
Con lo facil q es escribir chubakia .