Opinión

Los chispazos de la vida (I)

Adelanto que no pertenezco a la ingente multitud de consumidores habituales de las universales bebidas gaseosas. De vez en cuando, es posible que me refresque con alguna y también, en ciertas ocasiones, combinándola con ron cubano, cubitos de hielo y rodajita de limón. No tratará este artículo, por tanto, de un panegírico de los espumosos refrescos, pero sí de su contemplación como fenómenos mundiales, que abarcan aspectos socioeconómicos, icónicos, mediáticos, de diseño, publicitarios e incluso patrióticos.
He recurrido para dar título de este trabajo a parafrasear el eslogan− para mí uno de los más acertados de la marca Coca Cola y sobre todo, por su traducción al español− propuesto en 1972 por la agencia publicitaria McCann, que fue utilizado muchos años. La expresión original Coke Adds Life, “la Coca Cola da vida”, se enriqueció, para los consumidores en español, fonéticamente e incluso con un atisbo onomatopéyico: “La chispa de la vida”.
Ciertamente, en la actualidad existen en el mercado mundial miles de tipos de bebidas gaseosas y centenares de marcas. Para muchas personas, es posible que recurrir a ellas les suponga un chute o chispazo que les alegre la vida.
John Stith Pemberton, nació en el estado de Georgia en EEUU en 1831. Se graduó muy joven en Medicina y posteriormente obtuvo la titulación de farmacéutico. Al iniciarse la guerra civil de Secesión en 1862, se alistó en el ejército confederado. Participó en acciones durante el conflicto pero, lamentablemente, en abril de 1865, en la quizá última gran batalla de la confrontación armada, ya con el grado de coronel, sufrió una herida causada por un sable que le afectó la zona abdominal y el pecho. Aunque no le causó la muerte, las consecuencias le acompañaron durante toda su existencia. Los fuertes dolores los mitigaba recurriendo a la morfina y consecuentemente cayó en una adicción a la sustancia.
En la reincorporación a la vida civil, continuó ejerciendo su profesión con una clara vinculación a la medicina natural. Con la esperanza de encontrar un remedio que sustituyera a la morfina, experimentaba para lograr una solución a base de elementos naturales. Se trasladó a vivir a Atlanta y siguiendo con sus experimentos−posiblemente se inspiró en el “Vino Mariani”−combinó el vino con la hoja de coca y con damiana creando su receta de “Vino de coca francés de Pemberton”. Promocionó su consumo como bebida medicinal contra la neurastenia, la depresión y los dolores estomacales y de cabeza.
La cruzada contra el consumo de alcohol y las leyes prohibitivas promulgadas en 1886, hicieron necesario que Pemberton modificase su receta sustituyendo el vino por jarabe de azúcar, eliminando la damiana y sustituyéndola por nuez de cola. Como muchos de los hallazgos e inventos en la humanidad que han sido debidos a la casualidad o al azar, en su caso ocurrió algo parecido. El 8 de mayo de 1886, accidentalmente, el médico farmacéutico mezcló el jarabe con agua carbonatada y constató un sabor agradable y refrescante. En ese momento, casualmente, nació la bebida que después se hizo universal.
Verdaderamente, el creador del nombre, logotipo y caligrafía de la nueva bebida fue el contable de Pemberton, Frank Mason Robinson, que la bautizó utilizando los nombres de sus componentes− hoja de coca y nuez de cola− y resultando la icónica Coca Cola.
Inicialmente se comenzó vendiendo en la farmacia Jacob’s, al precio de 5 centavos el vaso. En su promoción la calificaban como un tónico cerebral, estimulante y vigorizante, refrescante, calmante, eliminadora de cansancio y dolores de cabeza. Poco a poco, se fue convirtiendo en una bebida de consumo popular.
A pesar del naciente éxito de su invento, Pemberton no superaba su adicción a la morfina y a consecuencia de ello atravesaba crisis financieras que le obligaban a ir vendiendo partes de su negocio. Finalmente tuvo que clausurarlo vendiendo en 1888, por 2.300 dólares− poco antes de su muerte a causa de un cáncer con 57 años− la fórmula al político, empresario y también farmacéutico, Asa Griggs Candler, que compró derechos adicionales y fundó “The Coca-Cola Company”. En 1892 el exitoso empresario, que incluso llegó a ser alcalde de Atlanta, modificó la receta original y la transmitió a sus hijos y herederos en secreto, para que solo ellos pudieran fabricarla. El 21 de noviembre de 1893 fue patentada. En 1903 se sustituyó la cocaína por cafeína.
A partir de 1895 dejó de ser un preparado medicinal y se convirtió, con su eslogan “deliciosa y refrescante”, en una bebida popular no solo en EEUU, sino extendida a Canadá y México. Actualmente, se distribuye en más de 200 países y se estima que cada segundo se consumen unos 10.000 refrescos de Coca Cola en el mundo.
No tuvo un debut afortunado su introducción en Europa –llegó por primera vez en el dirigible alemán Graf Zeppelin−en 1921, ya que se produjeron intoxicaciones, posiblemente debido a que las bacterias del jarabe, reaccionaban con el corcho no esterilizado de los entonces usados tapones de las botellas y ocasionaban toxicidad.
En nuestro país, aunque en forma muy minoritaria, se consumía en los años 20 y no fue hasta los 50 cuando se generalizó el suministro y consumo en la población en general.
Como dato ilustrativo, se estima que quien hubiese comprado una acción de Coca Cola en sus inicios, por 40 dólares, en la actualidad tendría más de 2.000 millones. Una muestra ilustrativa de la magnitud del invento de la Coca Cola, lo representa un pequeño pueblo agrícola de Florida, en EEUU, llamado Quincy. A principios de los años 20, debido a unos conflictos con el azúcar y las embotelladoras, las acciones de la compañía Coca Cola bajaron a 19 dólares. Un banquero de la localidad impulsó a los habitantes de Quincy a comprar acciones a ese bajo precio. Transcurrido el tiempo, con el impresionante desarrollo de la empresa, la revalorización de aquellas acciones hizo millonarios a bastantes de los habitantes de la localidad que se convirtió en la de mayor renta per cápita del país.
Siete años después de la aparición de la coca cola, de Pemberton, en 1893, otro farmacéutico norteamericano, llamado Caleb Bradham, aficionado a elaborar bebidas sin alcohol, diseñó en la pequeña localidad de New Bern, de Carolina del Norte, donde ejercía su profesión, una receta a base de agua carbonatada, azúcar, vainilla, caramelo, nueces de cola, aceites de limón, nuez moscada, pepsina y otros aditivos. Le dio el nombre de Brad´s Drink o Bebida de Brad en español en honor a su apellido. La promocionaba como bebida “digestiva y refrescante”. En 1898 le cambió el nombre y pasó a llamarse con el conocido de Pepsi Cola, pero su registro oficial como marca no se hizo hasta el 16 de julio de 1903. En los años sesenta, la marca queriendo diferenciarse aún más de su competidora, elimina en 1962 el apellido Cola para quedar con el nombre actual de Pepsi.
Con respecto al origen de su denominación comercial, circulan varias versiones, desde que fue comprada a un competidor, a que significa un anagrama episcopal de una iglesia cercana o que, al tratarse de un remedio digestivo, incluía enzima procedente de la raíz de pepsina que potenciaba los efectos favorecedores. El término Pepsi se unió al procedente de otro componente, la nuez de cola, constituyendo el universal nombre con que fue conocida la bebida.
Cuando salió al mercado la Pepsi Cola, ya había desarrollado la Coca Cola un amplio desarrollo comercial. Hacia 1909, Pepsi logró también un importante éxito en este terreno, fundamentalmente porque comenzó a utilizar envases más grandes, con botellas recicladas de cerveza, que le permitían unos menores costos que a la competidora. Su producto fue más asequible a clases de menor poder adquisitivo, por lo que se la calificó como “bebida de los pobres”. Sin embargo, debido a factores como el aumento del precio del azúcar y otras circunstancias, después de la I Guerra Mundial, en 1923, el creador de la bebida tuvo que vender parte de la empresa. El nuevo comprador no pudo reflotarla y a los ocho años tuvo una nueva quiebra.

"Quizá lo único que pueda ser secreto en la receta de la Coca Cola, es el procedimiento de elaboración y las proporciones de los elementos, especialmente de los aromas, por lo que la difundida leyenda misteriosa parece ser solo parte de la política propagandista y de marketing de la bebida"

Tras pasar por varios inversionistas, en 1931 el nuevo propietario, que poseía una importante empresa de dulces, consiguió incluso en época de Gran Depresión, llevar de nuevo al éxito a la antes popular bebida, duplicando las ventas en poco tiempo. En los años 50, ocupó la dirección ejecutiva de Pepsi un antiguo vicepresidente de la rival Coca Cola y a través de grandes campañas de publicidad y promoción, multiplicó por diez las ganancias. Se produjo una intensa lucha competitiva por el mercado y verdaderamente las campañas de Pepsi eran más agresivas. La Coca Cola había dominado el mercado hasta mediados de los 60. Precisamente, en 1965 Pepsi se fusionó con Frito Lay importante empresa de aperitivos como Lay's, Doritos o Cheetos, creando la potente PepsiCo. La permanente idea de las dos empresas de bebidas es fusionarse con otras y ampliar el mercado con otros productos, aunque personalizadas en sus emblemáticas y universales bebidas. A título ilustrativo y no exhaustivo, mencionamos algunos conocidos productos que pertenecen a estas corporaciones. A Coca Cola: Fanta, Sprite, Schuss, Nordic, Bitter Rosso, Appletiser, la ecológica Honest y las energéticas Burn, Monster o Energy. La PepsiCo integra entre otras a Kas, Seven up, Minute Maid, Capri, Lipton, Tropicana y la isotónica Gatorade.
Los gigantes de la bebida con sus políticas mercadotécnicas también han intentado introducirse en la producción cinematográfica. Coca Cola adquirió la Columbia Pictures en 1982 pero tras algunos éxitos tuvo un fracaso comercial que la obligó a vender en 1989. Pepsi, ha creado en 2016 su Creators League Studio para conseguir publicidad indirecta de sus productos con la producción cinematográfica. La deliciosa y divertida comedia “Uno,dos,tres” de Billy Wilder en 1961, desarrolla en Berlín las incidencias a cuenta de la introducción de la Coca Cola en la entonces Unión Soviética.
Durante los 70, Pepsi consiguió un gran auge intentando con sus campañas captar a la población joven, que incluso llamó New generation Pepsi. Produjo una gran cantidad de cambios en la imagen, motivación y logotipo. En 1976, creó la Pepsi Light con bajas calorías y orientada hacia el sector de los deportistas.
A principios de los 90, lanzó una variedad que llamó Crystal Pepsi, transparente. En 1998, con la campaña “solo una caloría” lanzó al mercado la Pepsi ONE. En el 2001, la Pepsi Twist tenía sabor a limón y en 2002 la Pepsi Blue era de color azul. En 2005, lanzó la Pepsi Clear parecida a la Crystal. En 2007, la Pepsi Max. En 2012 fabricó la Pepsi Next, con el 50 % menos calórico que la normal. En 2015, lanzó una edición limitada, enriquecida con vitaminas, la Pepsi Perfect.
El mayor problema de marketing que ha tenido Pepsi, ocurrió en 1992 en Filipinas. Promovió un concurso que convertía en millonario a quien encontrase una tapa ganadora de la bebida con un número determinado. Hubo problemas en el sorteo y muchos consumidores se sintieron engañados, por lo que promovieron denuncias civiles y penales contra la empresa. Las indemnizaciones y gastos le supusieron unos 10 millones de dólares. No obstante, en el 2006, el Tribunal Supremo de Filipinas absolvió a la compañía de los delitos criminales que se le imputaban.
A pesar de ser Coca Cola la compañía líder mundial en ventas−México es su primer país consumidor, por encima de EEUU−la Pepsi es de mayor envergadura financiera. Solamente en la provincia canadiense de Quebec y en Arabia Saudita, la Pepsi supera en ventas a Coca Cola. En la actualidad y como consecuencia de la invasión a Ucrania, tanto una como otra compañía han paralizado la fabricación y distribución en Rusia.
No podía faltar en la historia de la universal bebida Coca Cola un toque más de leyenda. En un pequeño pueblo del interior de la provincia de Valencia, llamado Aielo de Malferit, se mantiene la tradición oral de que allí se produjo el nacimiento de la Coca Cola. Se basan en la existencia en un jarabe a base de nuez de cola y hojas de coca, fabricado por tres amigos en una pequeña bodega, en 1880, que llamaron Nuez de Kola Cola y en su etiqueta «Jarabe de la Fábrica de Licores de Aielo». En 1885, uno de los socios presentó en Filadelfia (EEUU) su bebida con el nombre de “Jarabe Superior de Kola-Coca”. Evidentemente su composición, sabor y color era muy parecido a la original Coca Cola diseñada por Pemberton al año siguiente, 1886. Ciertamente no fue patentada hasta 1903, con posterioridad a la norteamericana.
El hecho es considerado en la localidad valenciana como un elemento patrimonial, donde incluso han creado un museo. Parece ser que hacia 1953, cuando la compañía Coca Cola quiso introducirse en España, fue necesario la compra de la patente de “Nuez de Kola-Coca” para poder ser autorizada su bebida, con nombre y composición similar a la nacional levantina.
Sin duda alguna la competencia entre las dos compañías por el mercado de sus productos, ha suscitado innumerables episodios anecdóticos en el campo de la publicidad y la distribución, aunque hay que precisar que Pepsi ha sido tradicionalmente mucho más agresiva. No obstante, curiosamente, debido a las situaciones del mercado, los propietarios de Pepsi quisieron vender en tres ocasiones la empresa a su competidor Coca Cola. La primera vez en 1922, la segunda al borde de la quiebra en 1923 y la última en 1933. Las tres ofertas fueron rechazadas por la compañía Coca Cola.
Con posterioridad, pasado el tiempo, la feroz iniciativa competitiva de Pepsi fue llevada al límite con la campaña “El desafío Pepsi” que incluía una cata a ciegas. Los resultados parecían demostrar que era la favorecida por el público y llevó la preocupación a los dirigentes de Coca Cola que, por primera vez desde su creación en 1886, decidieron modificar la receta original dándole un sabor más dulce para competir con la Pepsi. Crearon el 23 de abril de 1985 la denominada New Coke o nueva Coca Cola. Aunque inicialmente fue aceptada, pronto surgieron opiniones disconformes con el cambio y la constatación de que el público prefería el sabor original, hizo que volviese la fabricación de la "Coca-Cola Classic", a los dos meses del lanzamiento del experimento y la misma dejase de fabricarse.
Como dato curioso, aunque evidentemente se trató de una decisión personal, cuando el presidente de EEUU, Jimmy Carter, tomó el poder y ocupó la Casablanca, en enero de 1977, una de las medidas que tomó, fue eliminar de las dependencias las máquinas expendedoras de Pepsi que había colocado su antecesor Richard Nixon y las sustituyó por otras de Coca Cola, que era su preferencia.
Anecdóticamente, esta rivalidad se extrapoló al mundo del futbol. Conocida es la rivalidad entre el Boca Junior y el River Plate en Buenos Aires. Precisamente, es en el estadio rioplatense conocido por La Bombonera, propiedad del Boca, el único lugar del mundo donde los anuncios de Coca Cola figuran en letras blancas sobre fondo negro, para que no figuren los colores de la bebida, blanco y rojo, que son los del rival River Plate.
A pesar de la inmisericorde competencia comercial entre ambas, hay que resaltar un hecho que ocurrió en 2006 cuando unos desleales empleados de Coca Cola ofrecieron a Pepsi la venta, por un millón y medio de dólares, de la receta secreta de su empresa. La corporación Pepsi no aceptó la propuesta y comunicó el hecho a Coca Cola, procediéndose a la detención policial, arresto, juicio y prisión de los infieles empleados.
Nos puede extrañar que, en muchos bares y establecimientos de consumo, no se encuentra disponibilidad conjunta de ambas marcas. Cada firma ofrece políticas de marketing y regalos− y aunque hace años en la UE están prohibidos los contratos de exclusividad− ello lleva a los establecimientos a decantarse por una u otra.
Una de las leyendas, fomentada sin duda por la compañía Coca Cola para conferir un carácter misterioso, místico y único a su bebida es la de su receta, aunque en mi opinión le veo un claro componente de mercadotecnia En efecto, es posible que en 1919 cuando Ernest Woodruff y otros inversores adquirieron el dominio de la compañía creada por Pemberton, recogieran documentalmente la receta de la patentada bebida denominado Merchandise 7X y como elemento de protección la guardaran custodiada en el Guaranty Bank de Nueva York. Posteriormente, en 1925, la trasladaron al Sun Trust Bank Building de Atlanta, donde permaneció custodiada hasta 2011 en que decidieron el traslado al museo “El mundo de la Coca Cola” en la propia ciudad. Según cuentan, se encuentra protegida por una puerta blindada de 13 toneladas en una cápsula de seguridad con luces de infrarrojos y control de alarma durante las 24 horas.
Han aparecido a lo largo del tiempo diversas noticias que han reproducido, basándose en algunos documentos encontrados, la receta original de Pemberton, aunque siempre han sido desmentidas por la compañía. La más reciente fue protagonizada por una emisora de radio en EEUU que sacó a relucir un viejo artículo, publicado en el diario Atlanta Journal-Constitution, en 1979, donde aparecía una foto de la hoja de un cuaderno, propiedad de los descendientes de un amigo de Pemberton, que recogía el texto de la receta de la Coca Cola, redactado por el propio inventor de la bebida para su amigo.
En realidad, parecer ser factible que la fórmula ha sido modificada, desde su creación, aunque la empresa reconoce solamente cambios menores. En la actualidad, la compañía sigue alimentando la leyenda del secretismo, difundiendo que solo dos personas en el mundo conocen la receta y nunca pueden viajar en el mismo avión, alojarse y dormir en el mismo hotel o comer los mismos platos.
En realidad, con las exigencias legales de descripción de los componentes en los productos alimenticios y con los sofisticados métodos de análisis químico, es posible detectar incluso niveles bajísimos de un elemento en las sustancias analizadas. Parece ser evidente que el componente milagroso‒ que solo representa el 1 % de la bebida‒y figura en la etiqueta del producto como “aromas naturales”, “extractos naturales” o “aromatizado vegetalmente”, es una combinación de seis aceites, con algo de alcohol: naranja, limón, nuez moscada, canela, cilantro y flor de naranjo. La identificación de los mismos ha sido reconocida por la empresa, al haber perdido judicialmente alguna confrontación legal por la falta de información de sus componentes. La empresa insiste en que su bebida no contiene alcohol, pero unos recientes análisis, en el Instituto Nacional de Consumo de Francia, detectaron en la misma la ciertamente pequeña proporción de 0,001 %. Los análisis también descubrieron que, tanto la Coca Cola como la Pepsi, contienen terpenos‒ que les dan un sabor característico‒ pero pueden provocar episodios alérgicos.
Quizá lo único que pueda ser secreto en la receta de la Coca Cola, es el procedimiento de elaboración y las proporciones de los elementos, especialmente de los aromas, por lo que la difundida leyenda misteriosa parece ser solo parte de la política propagandista y de marketing de la bebida.

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