La etapa de Cecilia Malmström al frente de la comisaría europea de Interior ha terminado no solo por el cambio de titular, sino también por el talante.
El mero hecho de que su sustituto, Dimitris Avramopoulos, haya aceptado la invitación del ministro español del ramo, Jorge Fernández Díaz, para visitar Ceuta y Melilla, dice mucho del interés que el nuevo responsable de Interior tiene en la presión migratoria que afecta sobremanera a las dos ciudades hermanas. La visita, aún sin fecha, ha sido confirmada ya de manera oficial.
Fernández Díaz trasladó esa invitación al comisario el jueves en París durante una reunión de ministros de Interior del llamado G-6, integrado por Alemania, Reino Unido, Francia, Italia, Polonia y España.
“Tuve una discusión amistosa y abierta con el ministro español de Interior, Jorge Fernández Díaz. Me invitó a visitar Ceuta y Melilla, lo que tengo intención de hacer. Continuarán los contactos sobre este asunto”, indicó el comisario en un comunicado.
Este hecho supone un revés en la forma que, desde Europa, se está mirando la situación que atraviesan ambas ciudades. El último gesto de Malmström se tradujo en una carta que remitió condenando duramente el modo de proceder de las fuerzas de seguridad en Ceuta y Melilla y dando por hecho conclusiones sobre atentados contra los derechos de los inmigrantes en base a videos publicitados por oenegés y sin haber mantenido contacto tanto físico como por otras vías con los responsables de la seguridad en Ceuta y Melilla. Las oenegés han enviado además un escrito al nuevo comisario reclamando que sancione a España.