Un estudio concluye que otras ciudades fijan el máximo en 85 decibelios, mientras que el límite local se sitúa en 75 dB.
¿Se puede medir el ruido de las ferias y fiestas del verano? Las celebraciones oficiales españolas terminan a horas diferentes según el ayuntamiento que lo legisla. Desde las 2:30 hasta las 8:00 horas, en función de si la zona de fiesta se sitúa cerca del centro urbano o a las afueras, es el margen horario para los distintos festejos estivales. Además, también depende del ayuntamiento en cuestión el nivel máximo de ruido permitido, variando desde los 75 a los 95 decibelios (dB, la unidad para medir la intensidad del sonido).
Aistec publicó esta semana el Informe del Ruido-Especial Ferias y Fiestas de Verano (#RuidoFerias) con el fin de estudiar el impacto del ruido en estas fechas tan señaladas. En su estudio, esta empresa especializada en soluciones acústicas para todos los sectores pone de manifiesto las diferencias que existen entre las distintas normativas vigentes y concluye que las “más restrictivas en este sentido serían Ceuta y Melilla, que establecen el límite en 75 dB”.
La mayoría de los lugares sondeados sitúa el nivel máximo de decibelios en 85dB hasta las 1:00 horas, y en 70 dB a partir de esta hora. Sin embargo, en el caso de Bilbao, el límite aumenta hasta los 95 dB –y hasta las 5:00– para aquellas casetas situadas más lejos del centro de la ciudad, y bajaría a 85 dB a partir de las 5:00.
Como caso especial, Aistec menciona a Ceuta porque “especifica distintos tramos horarios con sus respectivos niveles máximos de ruido”. En concreto, el informe apunta que de 13:00 a 17:00 horas, el nivel máximo asciende a 50 dB; de 19:00 a 3:00 se incrementa hasta los 75 dB; de 3:00 a 6:00 (7:00 en víspera de festivos) se sitúa en 60 dB; y de 6:00 a 13:00 es cero.
Tras el estudio de la totalidad de los decretos autonómicos y de las ordenanzas municipales de 11 capitales de provincia que celebran sus fiestas y ferias durante el verano, queda patente que existen claras diferencias entre comunidades autónomas y ciudades. Los horarios más restrictivos perjudican a los empresarios hosteleros de la zona, a los empresarios especializados en celebraciones de este tipo y a los asistentes a la fiesta, que disfrutan de menos horas de ocio. Por otro lado, los horarios más permisivos perjudican a los vecinos de la zona, que no pueden conciliar el sueño, y a los empresarios de la zona cuya ocupación no está relacionada con la celebración.
Para la realización de este informe se revisaron las ordenanzas municipales relativas a las ferias y al ruido de 11 capitales de provincia que celebran sus fiestas de verano. Las ciudades analizadas son Madrid, Bilbao, Málaga, Valladolid, Salamanca, Palencia, Pamplona, Almería, Huesca, Ceuta y Melilla.