La Ciudad tiene motivos, y de sobra, para pedir solidaridad ante el drama que se está viviendo y del que este periódico está siendo fiel testigo, y por tanto también sus lectores, de esta presión migratoria que es sufrida a diario.
Es un drama humano que, por su dureza y crudeza, precisa de medidas más que urgentes por parte del Gobierno de la Nación.
Convocar un gabinete de crisis específico un 15 de agosto, festivo, debe dar muestra de la grave situación a la que nos enfrentamos. Ceuta supera su capacidad de acogida en un 360 por ciento nada menos, lo que la lleva a una situación casi desesperada porque este elevado número de menores que llegan a la ciudad, que es lo mismo que llegar a España y Europa, sobrepasa con creces la cantidad la posibilidad de asistirlos y parece no tener fin.
No en vano, este número multiplica por seis el de 2023 y para hacer frente a esta grave situación, la Ciudad precisa una respuesta adecuada, solidaria, responsable y eficaz establecida sobre unos mecanismos de recursos, legales y, también, presupuestarios, porque la atención a los menores, como ha dicho la Ciudad en su comunicado tras esta reunión extraordinaria, la debida atención a los menores no acompañados, es un deber inexcusable que no solo deben importar a los que vivimos en las ciudades a las que llegan. No se trata de fronteras marítimas o terrestres y tampoco se trata de un problema de Ceuta que debe gestionar sola.
Se necesita que el Estado ofrezca soluciones eficaces para tratar la situación con la mayor humanidad posible, y se necesita que las comunidades y el Gobierno de España acudan a esta llamada de auxilio que realiza Ceuta y que ofrezca una respuesta solidaria y responsable en aras de mantener la estabilidad de la ciudad y sus ciudadanos.
Ceuta y los ceutíes están viéndose afectados por unas situaciones extremas con condicionantes, riesgos y amenazas que no poseen comparación con el resto de ciudades, si exceptuamos a Melilla. Necesitamos respuestas eficaces y humanas que pasen por un consensuado enfoque humanitario y estructural que alivie la presión migratoria de menores que parece no tener fin en su desesperada huida.
Ceuta necesita respuestas y acciones efectivas que alivien la situación de emergencia humanitaria que está viviendo en estos momentos y las necesita ya.