En AEGC llevamos años denunciando la llegada constante de inmigrantes y la falta de medios humanos y materiales para realizar las labores que nos han encomendado.
La última vez, el 28 de julio en este mismo periódico, denunciando la salida de inmigrantes a nado desde Castillejos o Beliones aprovechando el buen tiempo. Pues bien, un mes después los medios nacionales de comunicación se sorprenden.
Uno trata de discernir, ¿dónde está la noticia o la sorpresa de la llegada de inmigrantes a nado? Para mí la noticia es lo poco que importa esta ciudad a los medios porque se sorprenden de un hecho que es el pan de cada día al otro lado del Estrecho.
Cada día los guardias civiles devuelven a grupos de nadadores que han intentado pasar a Ceuta y no es noticia, cientos en un mes. Día sí y el otro también, guardias civiles se dirigen a las playas de nuestra costa a levantar el cadáver de un inmigrante que ha perdido la vida en su intento de pase.
La noticia para los medios nacionales sería que se han encontrado diez cuerpos el mismo día; la otra crónica, que cada semana aparece algún muerto no es noticia, este último drama no se reseña en los medios nacionales. Esa es la reflexión que debemos hacer. Una reflexión que éticamente no sería muy gratificante.
"La falta de medios y efectivos no es ninguna novedad para AEGC, porque así llevamos treinta años y nos quedamos cortos"
Pero existen otros episodios dignos de referir porque nos dan una idea del drama y del sufrimiento de muchos padres y madres que no aparecen en los medios. Hablamos de las madres y padres que van a buscar a sus hijos a las playas para evitar que se arrojen al mar. Una aventura que no cuenta con el consentimiento de esos padres.
¿Quién protege el derecho de esos padres y quien garantiza que puedan recuperar la patria potestad de sus hijos? Pero de eso hablaremos otro día, también del perfil de los que intentan cruzar.
Como decía, la falta de medios y efectivos no es ninguna novedad para AEGC, porque así llevamos treinta años y nos quedamos cortos. En lo que no nos quedamos cortos es en denunciar que esa falta de medios y efectivos los sufren los guardias civiles que trabajan para evitar, socorrer y rechazar a los inmigrantes como previene la ley.
Un trabajo agotador que merece ser reconocido, valorado y recompensando, aunque desgraciadamente no se reconoce como debería ser.