El Gobierno de Ceuta sigue en el empeño de buscar una solución para disminuir el número de desempleados.
Con un nuevo contrato encima de la mesa, que ya cuenta con su aprobación, lo que se pretende es la implementación del ‘Plan Ceuta’ de resiliencia turística para la consecución, mediante varios proyectos, de la meta general de convertir a la ciudad en un destino de primer orden.
Ceuta se merece ser un destino atrayente para los turistas pero para eso hay que trabajarlo desde la cuna. No es fácil conseguir que el turismo llegue a la ciudad, no lo es debido a unos precios abusivos del transporte y por los inconvenientes que se tiene para cruzar desde el otro lado del Estrecho.
Todo eso se agrava si no existe formación para ello. Por eso, el Ejecutivo local quiere trabajar para que los jóvenes desempleados se formen en la recepción más profesional al turista. Es vital, mucho más cuando la frontera del Tarajal cambió para siempre tras la pandemia del coronavirus anulándose una imagen nada interesante para la ciudad, pero que también agotó un movimiento de personas mayor del actual.
No será nada fácil, se tiene que trabajar en muchas vertientes, pero sí puede ser el primer paso.
Siempre es importante tener a los jóvenes formados, esos que en el futuro van a ser pieza clave para que Ceuta no se hunda.
La ciudad se merece mucho más.