Las ciudades deben estar limpias. Una frase que a nadie le tendría que sorprender pero que por desgracia no siempre ocurre. Ceuta ha estado dejada y hay algunos puntos que siguen estándolo. No se puede discutir, por eso hay que ponerle remedio cuanto antes.
Desde la municipalización de Servilimpce se apostó por hacer un cronograma y ejecutar cambios para actuar en las barriadas, una medida que busca tener efectos, pero que choca con el incivismo de grupos sociales cada vez más amplios.
Ahora, debido a la gran cantidad de residuos que se depositan en la vía pública y que pasan tiempo sin ser recogidos, el Ejecutivo local ha decidido fortalecer el servicio y buscar una empresa que se encargue de la recogida de todos ellos para evitar problemas de mayor envergadura así como una nefasta imagen de la ciudad.
Ceuta se merece estar limpia y con esta medida lo puede estar de verdad. Eso no quita la crítica a esos incívicos que tiran escombros y bombonas de butano, por ejemplo, sin miramiento, generando no solo inseguridad sino también un problema de salud pública. No podemos tolerar tener una ciudad que parece un estercolero y desde ya deben tomarse medidas por parte tanto de los gobernantes como de los propios ciudadanos.