Las consejeras de Hacienda de los gobiernos de Ceuta y Melilla, Kissy Chandiramani y Dunia Almansouri, ratificaron ayer en el Campus universitario local en el marco de las jornadas organizadas por la UNED para reflexionar sobre los planes estratégicos que para ambas ciudades está terminando el Ministerio de Política Territorial su voluntad de coordinarse y trabajar de la mano en beneficio de su mutuo interés.
Por encima del color político del Ejecutivo de cada ciudad, por sus problemáticas y singularidades comunes los responsables institucionales y las Asambleas de Ceuta y Melilla están obligadas a coordinar estrategias y reivindicaciones ante el Estado para reforzar su presencia fundamental en dos territorios en los que sigue manteniendo competencias clave como las de Educación, Sanidad o Justicia, entre otras.
También es necesario un esfuerzo de acción conjunta como únicas fronteras terrestres de la UE en África, así como dibujar un marco legal idóneo para facilitar su transición hacia un nuevo modelo económico más estable, próspero y seguro.
Asiduas en el furgón de cola de estadísticas como la de porcentaje de paro (sobre todo juvenil) o fracaso académico que evidentemente lastran su futuro a corto y medio plazo, Ceuta y Melilla están ante una oportunidad única que tienen que saber aprovechar juntas y con las luces largas, ya que se supone que lo que se plasme en el Plan Estratégico del Estado y su posterior implementación en el terreno de lo concreto será determinante para las próximas décadas.
En este contexto, la disposición y la convicción de Chandiramani y Almansouri a unir fuerzas es una extraordinaria noticia para sentar las bases de un futuro esperanzador para ambas ciudades.