La ciudad de Ceuta se abre al visitante ofreciendo sus peculiaridades que resultan tan habituales para los ceutíes como sorprendentes para los viajeros. En unos veinte kilómetros cuadrados conviven cuatro culturas, cuatro etnias diferentes, desde la mayoría cristiana a las minorías judía o hindú, pasando por la población musulmana, la más pujante demográficamente. En términos generales, la armonía reina en el pequeño territorio y el turista o estudioso puede admirar templos cristianos, mezquitas, una sinagoga con las peculiares formas de culto de los hindúes. Igualmente existen cementerios diferenciados para las cuatro confesiones, dentro del perímetro de la ciudad.
Por otro lado, el turista que viaja a una ciudad africana como Ceuta, espera a veces encontrarse también con el mundo musulmán y sus posibilidades turísticas diferentes. Pero se accede a una villa típicamente española como cualquier otra de Andalucía.
Esta ciudad española y africana es mucho más. Como territorio franco, sus tiendas siguen ofreciendo productos de todos los países del mundo a precios muy atractivos. En su moderno y variado comercio, el turista encuentra un gigantesco territorio casi libre de impuestos, donde se ofrecen bebidas, joyas, electrónica, perfumes, alimentación, ropa o artesanía, junto a un sinfín de productos cuidadosamente elegidos y a precios muy ventajosos. En Ceuta, como es sabido, no existen aranceles de aduanas ni se aplica el IVA sino un inexplicable impuesto no recuperable al salir de Ceuta lo que, a pesar de todo, supone un ahorro importante a la hora de comprar.
La ciudad ofrece igualmente paisajes únicos. Ceuta es una pequeña península que arranca desde Marruecos y termina mirando al Mediterráneo. La lengua de tierra es a veces tan estrecha que de un lado se puede ver el mar al otro extremo. Y después varias colinas acogen las construcciones existentes. Desde los dos montes que dominan la villa, García Aldave lindando con la parte marroquí y el Hacho del lado del mar, las vistas son increíbles y se ofrecen al viajero desde sendos miradores en cada uno de dichos montes.

El mar es otro de los protagonistas de la ciudad. Está por todas partes. Incluso, a través del foso navegable de las Murallas Reales, se divide la península en dos, convirtiéndola en una isla artificial. Por eso Ceuta es marinera y ofrece en el abrigo de su desaprovechado gran puerto comercial, unas magníficas instalaciones deportivas para yates y otros barcos de recreo que deberían ser ampliadas. Y en este capítulo es preciso citar los fondos marinos de gran belleza y que esconden pecios de probado valor histórico.
Ese carácter marítimo lo entendió perfectamente César Manrique, el malogrado artista canario, que concibió y llevó a cabo en Ceuta un Parque Marítimo que conjuga admirablemente la presencia del Mediterráneo con la historia de la ciudad y su necesidad de ofrecer instalaciones turísticas de primer nivel. Así, los jardines y lagos concebidos por César Manrique se han convertido en una de las principales posibilidades para atender a un turismo de calidad. Por ello, el conjunto se ha dotado de restaurantes, entretenimientos y un Casino de juego instalado en el castillo central, de gran belleza.
En definitiva, Ceuta es una ciudad que cuenta con grandes posibilidades turísticas en una época en la que el público pide ofertas diferentes. Sin embargo, escasas inversiones eficaces se han realizado en este sector y los empresarios locales casi no tienen otra opción que el comercio local o con Marruecos o la restauración.
Pero no cabe duda que cualquier intervención en el turismo de Ceuta puede proporcionar dividendos importantes y más cuando Marruecos intenta ahogar la ciudad económicamente. Son muchas y variadas las especializaciones que puede ofrecer Ceuta: su historia, su patrimonio cultural, instalaciones militares de gran valor y una muestra de lo que pueden ser los atractivos turísticos del mundo musulmán. Y todo ello sin salir de España y de la Unión Europea.
El hecho de haber ofertado en 2002 a la Consejería de Turismo un estudio turístico con proyecto de audio-visual incluido a cargo de un guion del inigualable ceutí Luis Calvo Teixeira (qepd) que se tituló entonces Ceuta, ciudad mágica, facilita en gran parte este trabajo, aunque aquel proyecto no ganó el concurso que fue adjudicado al slogan “Ceuta, ciudad abierta”, precisamente lo que nunca fue la ciudad. Luis Calvo y su equipo tenían razón al llamarla ciudad mágica ya que un hombre dio su vida por Ceuta y otro entregó Ceuta al enemigo de entonces. Fueron el Infante Don Fernando de Portugal que murió por Ceuta y al Conde Don Julian que le entregó al enemigo.
Por último, Ceuta ya hemos visto que ofrece una serie de ofertas turísticas importantes que puede complementar un panorama diferenciado. Se trata de la mencionada riqueza de su paisaje, del comercio de un territorio franco, de la presencia continua del mar, de las instalaciones de calidad y por último y no menos importante, de la hospitalidad de sus habitantes. Todo ello confiere a Ceuta unas posibilidades turísticas que solo esperan una Administración eficaz y operadores independientes y con imaginación para ponerlas en marcha.
Tratando de la importancia del patrimonio histórico utilizable con fines turísticos, nos encontramos con dos bloques importantes y diferenciados, el civil y el militar. No parece lógico separar uno de otro a efectos prácticos y sería lógico aunarlos para ofrecer un panorama inigualable. Cuando estudiamos a través del presente trabajo ambas riquezas históricas, será necesario citar lo civil y lo militar, tratando de crear una oferta única y de excepcional calidad.

El patrimonio cultural y turístico del Ministerio de Defensa
El patrimonio cultural del Ministerio de Defensa es tan amplio como importante en los aspectos histórico, artístico, etnográfico, científico, arqueológico y otros. Aunque el mismo abarca también el Ejército del Aire y la Marina, está asignado en el caso de Ceuta al Ejército de Tierra ya que supone más de cuarenta referencias, gran parte de ellas utilizables para fomentar la actividad cultural y turística de la Ciudad Autónoma.
La presencia del Ejército en Ceuta fue siempre de gran importancia porque tradicionalmente se la consideró una plaza fuerte, siempre atenta a la frontera con Marruecos, país que en ningún momento dejó de reivindicar la pertenencia de lo que ellos llaman presidio ocupado. Ceuta ha soportado durante siglos acosos, sitios, presiones, lo que ahora llaman guerra híbrida y otras iniciativas que aconsejaron siempre la presencia de una importante guarnición. Ello explica que gran parte de los monumentos que ofrece el patrimonio militar estén vinculados con la defensa de la plaza.
Gracias a que el citado patrimonio ha dependido siempre del Ejército, el mismo se encuentra razonablemente conservado, aunque para su explotación turística es imprescindible la cooperación con la Ciudad Autónoma en orden a potenciar el atractivo de los diferentes monumentos existentes.
Con ese pasado militar evidente, algunos se esfuerzan sin embargo por olvidarlo. Los tímidos ensayos de divulgación turística hablaron de playas, del Parque Marítimo de César Manrique, de paisajes o de la cercanía de Marruecos. Pero con frecuencia se intenta ignorar que Ceuta ha sido y sigue siendo una plaza muy destacada en el aspecto castrense y existe una extensa historia en este sentido. No solo empezó en su territorio la Guerra contra Marruecos de 1859, sino que un monumento a sus caídos preside la plaza principal. Unidades de élite del Ejército, de larga tradición en el norte de África como los Regulares o la Legión, siguen custodiando la ciudad.
Por otro lado, el perímetro del limitado territorio, continúa jalonado de fuertes y reductos con larga tradición e interesante historia que significan importantes ejemplos de la ingeniería militar. Las Murallas Reales y el Foso Real que es navegable en su totalidad, aportan a ese pasado militar unas instalaciones de primera fila. Y todo presidido por la Fortaleza de El Hacho, donde empieza y termina Ceuta, ofreciendo lo que puede ser otro atractivo turístico innegable, pero escasamente utilizado. Se trata del presidio que estuvo instalado en la magnífica fortaleza e influyó poderosamente en la vida ciudadana local.
Pocas ciudades podrán ofrecer en el aspecto militar cuarteles históricos, soldados diferentes a los del resto de España, museos castrenses de indudable interés, fuertes, reductos, fortalezas, fosos, murallas portuguesas o árabes, galerías subterráneas.....
No cabe duda que las ciudades deben especializarse en el aspecto turístico: unas ofrecerán arte románico, otras playas, una tercera arquitectura gótica. Ceuta presenta varias posibilidades en este aspecto y una de ellas es la de ser una histórica plaza fuerte con un rico pasado militar.






