Ceuta ha aparecido en algunas películas a lo largo de la historia del cine, si bien en la mínima expresión en cuanto a imágenes y trama. Hay cintas de los años veinte en las que la ciudad mereció alguna referencia, casi siempre relacionada con el ámbito bélico del Protectorado marroquí y menos aún en una como ‘Danae’ cuando con otro tema guerrero Vitorio de Sicca dice: “Vamos a Ceuta” y aparecen unos planos de la medina de Tetuán o de la de Xauen.
Diferente fue con ‘Cupido Contrabandista’ (1961), de la que nos ocupamos el pasado domingo. Hoy lo hacemos lo propio con ‘Puerto África’ (1956), filmes ambos en los que pese a la presencia de la ciudad fue muy reducida, al menos los ceutíes tuvieron la oportunidad de vivir de cerca los avatares del rodaje de algunas escenas.
‘Puerto África’ se sumerge en la segunda guerra mundial cuando un piloto norteamericano, después de ser herido y dado de baja, regresa a su casa en el Marruecos francés. Se entera entonces del fallecimiento de su esposa. Un suicidio, según la policía, algo a lo que él se resiste a dar credibilidad al sospechar que haya podido ser asesinada, por lo que decide investigar el asunto por su cuenta lo que le llevará a ir descubriendo su pasado adúltero y escandaloso.
Un drama entretenido con tintes de cine negro muy al estilo de algunos de los de su época, dirigido por Rudolph Maté y protagonizada por Catering Grayson y Phil Carey como principales actores. La película, inglesa, de 92 minutos de duración fue estrenada en octubre de 1956, pudiéndose ver en nuestra ciudad casi un año después.
A finales de octubre de 1955 comenzaron a rodarse las primeras escenas en Ceuta y a continuación en las vecinas localidades marroquíes de Tetuán y Xauen. Su coste ascendió a un millón de dólares, cuatro de los cuales se gastaron en nuestra ciudad a la que recalaron unas 70 personas para trabajar en la película entre actores y técnicos durante los quince días que duró el rodaje.
El 'Capitán Parra' en plena carga, al fondo el cuartel de Las Heras.Las escenas se rodaron principalmente en San Antonio donde se ubicaba entonces el desaparecido ‘Edén Beach’, un punto de referencia turística de primera fila de la época, y en el muelle Alfau, convertido en un auténtico puerto africano con la multitudinaria presencia de musulmanes traídos de la vecina zona norte de Marruecos. Hombres, mujeres y niños ataviados todos con su típica vestimenta, así como numerosísimos asnos y unos 25 camellos procedentes de Arcila. En total unos 300 exóticos extras que dieron al recinto portuario un inconfundible ambiente africano.
´Puerto África’, en principio, se pensaba rodar en Tánger, pero, embelesado el director con nuestro puerto, se decantó por nuestra ciudad según manifestó a la prensa. “Es el puerto más bonito de todos los que he visto en España”.
El Puerto más bonito. "En principio, se pensaba rodar en Tánger, pero, embelesado el director con nuestro puerto, se decantó por nuestra ciudad según manifestó a la prensa"
A los productores les vino de maravilla la presencia permanente del ´Capitán Parra´ en ese muelle Alfau, un barco con base en nuestra ciudad dedicado al trasporte militar. De él desembarca en la película Phlips Carey, el galán, en su papel de mutilado de guerra, saludando seguidamente a un amigo que le aconseja se aleje de sus escrúpulos y se presente sin miedo a su mujer a la que finalmente encontrará después con apariencias de suicidio. Comienza así la trama con un desconocido muelle Alfau de una ciudad que no se trata de Ceuta sino Puerto África, la que da el título a la película.
Numerosísimo público presenció a diario las escenas del rodaje para el que los actores llegaron de madrugada de riguroso incógnito, alojándose en el desaparecido hotel ´Atlante’ en el que permanecieron durante su tiempo de estancia en nuestra ciudad.
El puerto que embelesó a Rudolf Maté
Como reflejábamos antes, el director de ‘Puerto África´, Rudolf Maté, se quedó embelesado con nuestro puerto. Nunca mejor ocasión pues, por entonces, gozaba de una prosperidad que ya la quisiésemos hoy. Aquel año del rodaje de la película, 1955, se habían instalado ocho nuevas grúas y almacenes, todo ello en plenitud de movimiento de tráfico de importación y exportación mercaderías, favorecido por el régimen especial que se había regulado para Ceuta y Melilla. Las bajas tarifas puerto con respecto a sus competidores posibilitaron la llegada de unos 5.000 buques con cerca de 12 millones de toneladas.
Paralelamente había comenzado en San Amaro la construcción de la nueva factoría Ducar con una capacidad de 61.000 toneladas. Las visitas de los trasatlánticos se sucedían: ‘Andes’, Orión, ‘Iberia’, Orcades, Shutern Cross, Arcadia, Iberia, Jerusalén…
También por esas fechas nos visitaba el portaaviones “Corregidor”, de la marina de guerra de los EE. UU., con sus diez mil toneladas de desplazamiento y 250 tripulantes, al tiempo que en los astilleros de Hamburgo se botaba el petrolero ‘Ceuta’.