La fe y la tradición volvieron a unir a Santa María de África y sus hijos en la ofrenda floral que como cada 4 de julio congrega a los ceutíes a las puertas de su Santuario. La población demostró así el respeto y la devoción que siente por su Patrona. Ella, a su vez, recibió a la ciudadanía con el mismo amor de la Madre que sostiene entre sus brazos a Jesús yacente. Un reencuentro organizado por la Primitiva, Fervorosa e Ilustre Cofradía de Caballeros, Damas y Corte de Infantes de Santa María de África en el que las autoridades y la sociedad se volcaron como cada año desde hace medio siglo. Los caballas aprovecharon la ceremonia para rogarle que nunca retire su manto protector de esta noble ciudad a la que está unida desde hace 600 años. Una petición que este año pudieron hacer más cerca de Ella ya que el entarimado donde estaba la Virgen de África se bajó medio metro. Otra de las novedades consistió en la colocación de una doble rampa a fin de dar fluidez al numeroso público, un mecanismo que no satisfizo a todos. Sigue leyendo después de la galería...
Miles de ceutíes participaron en este agasajo a la Alcaldesa Perpetua portando bonitos y coloridos ramos y canastas de flores que han ido depositando a los pies de la Excelsa Señora y en el enrejado instalado a tal efecto. Los sentimientos de un pueblo entregado se palparon desde la plaza de África, por donde pasó el trazado de la fila de la ofrenda floral en dirección a la Iglesia de Nuestra Señora de África, envuelta en un aura especial con motivo de las Fiestas Patronales. Esa devoción popular, en forma de entrega de flores, comenzó con la ofrenda de las primeras autoridades civiles y militares, hermandades, casas regionales de Ceuta que nunca faltan a la cita para rendir pleitesía a la Virgen y, en general, los fieles que aguardaron pacientemente el poder compartir un momento tan especial junto a Santa María de África. Los devotos colmaron el itineario de cola que partió de la calle Pepe Serón, discurrió por el interior de los jardines de la plaza de África, salió a la calle Valentín Cabillas hasta desembocar en Pepe Durán, justo delante del Santuario y ante las sillas. La Patrona de Ceuta estuvo resplandeciente durante todo el acto engalanada con su corona de oro, una de sus joyas más preciadas, pero también vistió con su manto blanco, regalo de todas las intervenciones de Marruecos en la época del Protectorado. Los costaleros la cargaron con cariño del altar de la Iglesia de África al escenario donde los ceutíes pudieron rendir pleitesía a la Alcaldesa Perpetua. La ceremonia comenzó en torno a las 21.00 horas, al término de de la solemne misa presidida por el obispo de la Diócesis de Cádiz y Ceuta, Rafael Zornoza Boy, acompañado del clero de la ciudad autónoma. Al finalizar, monseñor recordó que este año la festividad de la Patrona está cargada de significado puesto que se cumple el sexto centenario de su venida a este lado del Estrecho de Gibraltar. De modo que la función celebrada ayer se enmarca, además, en el Año Jubilar por los 600 años de la creación de la Diócesis de Ceuta y los 750 del traslado de la sede de Medina Sidonia a la capital. Como añadió Juan José Mateos, vicario de Ceuta, la ofrenda floral es el preámbulo de la deseada procesión de la Virgen de África que tendrá lugar esta tarde. La Federación Provincial de Asociaciones de Vecinos de Ceuta (FPAV) también tuvo representación así como la Corte de Infantes de la Cofradía de África, la cual agradeció la colaboración de entidades y fuerzas de seguridad en el desarrollo de la ofrenda.