El Parque Energético San Roque y la Planta Química Puente Mayorga, centros industriales de Cepsa en San Roque, invirtieron en el año anterior 42,1 millones de euros en avances para la gestión ambiental, destacando los proyectos relacionados con la mejora de la gestión del agua y la reducción de las emisiones. En total, se han invertido 172 millones en actuaciones ambientales en los últimos tres años y el Parque Energético San Roque ha cumplido 25 años haciendo pública su declaración EMAS, aniversario que ya cruzó la Planta Química Puente Mayorga hace dos años. La inversión en mejoras medioambientales en el Parque Energético San Roque ha sido de 32,9 millones de euros, mientras que la Planta Química Puente Mayorga ha destinado 9,2.
Rosendo Rivero, director del Parque Energético San Roque, ha destacado “el compromiso de todos los profesionales de Cepsa en San Roque y del equipo de Protección Ambiental a la hora de trabajar en esta documentación. Me gustaría resaltar el esfuerzo que estamos haciendo para reducir nuestro consumo de agua: hemos apostado por el reciclaje y la reutilización del agua tanto en nuestros procesos actuales como en la implantación de los nuevos proyectos. La declaración que presentamos es un avance más en la transición energética de Cepsa y en la de sus clientes, que va a situar al Campo de Gibraltar y a Andalucía como piezas claves en la independencia energética de Europa”.
Por otro lado, Javier López Pupo, director de la Planta Química Puente Mayorga, ha destacado que “durante el ejercicio 2023 continuamos avanzado en nuestros objetivos de sostenibilidad, apostando por la producción de moléculas verdes -como en los productos NextLAB-, que nos permitan reducir nuestra huella de carbono y, por tanto, la de nuestros clientes; todo ello para ser pioneros y líderes en el sector de la detergencia contribuyendo a un mundo mejor para todos. Por otro lado, seguimos trabajando en el desarrollo de nuevos proyectos, en línea con nuestra estrategia Positive Motion, optimizando y siendo más eficientes en los procesos para llegar a las cero emisiones netas antes de 2050”.
Agua y clima
Ambos centros industriales han cumplido los límites en emisiones atmosféricas establecidos en las Autorizaciones Ambientales Integradas. En el caso del Parque Energético San Roque, mantiene sus emisiones de dióxido de azufre (SO 2) en los valores más bajos de la serie histórica. Asimismo, ha realizado la compra de equipos e instalación de un separador electroestático en la unidad de FCC, que permitirá reducir la emisión de partículas en un 38%Por su parte, la Planta Química Puente Mayorga ha centrado esfuerzos en la reducción de emisiones mediante la instalación de nuevos electrofiltros.
La compañía cuenta con una hoja de ruta en torno a la economía circular reconocida por la certificación de AENOR y basada en minimizar la captación de agua dulce, maximizar el uso de los residuos como materia prima, minimizar su envío a depósito controlado y velar por el cuidado de la biodiversidad. A lo largo de 2023, el Parque Energético San Roque ha logrado una reducción de un 5,3% de su consumo de agua con respecto al año pasado y de un 15% si lo comparamos con 2021.
Además, la puesta en marcha de una nueva planta de recirculación de aguas a final de año supone el reciclaje de este recurso y por lo tanto otro ahorro de consumo de un 25%, con respecto a 2023, fruto del compromiso de Cepsa con el uso eficiente de un recurso escaso como el agua, especialmente en zonas de estrés hídrico, como el Campo de Gibraltar.
De otro lado, la planta de tratamiento de aguas del Parque Energético también trata los efluentes hídricos de la Planta Química Puente Mayorga. Las declaraciones ambientales indican de ambos centros industriales indican que el volumen de efluentes fue un 39,5% inferior al autorizado y se cumplieron en todo momento los valores medios mensuales autorizados.
Asimismo, la compañía cuenta con un acuerdo con la empresa pública de Aguas y Servicios del Campo de Gibraltar (ARCGISA) para emplear en sus instalaciones industriales el agua regenerada de la futura estación depuradora de aguas residuales de la comarca que destinará a producir hidrógeno verde.
En la planta química, además de conseguir un ahorro en el consumo de agua de un 17%, se han implementado mejoras en la producción mediante la incorporación de materias primas sostenibles para la producción de LAB, dando lugar a la producción de NextLAB. Gracias a la puesta en marcha de la unidad Detal, que ha convertido a la Planta Química Puente Mayorga en la primera planta química en el mundo en evolucionar la tecnología para la producción de la materia prima de detergentes biodegradables, la instalación ha disminuido hasta en un 50% la generación de residuos en los últimos cinco años.
Además, Cepsa trabaja en San Roque para ser más eficiente en el consumo de energía, lo que mitiga el impacto ambiental de los procesos, ya que una disminución de los consumos energéticos implica una menor emisión tanto de gases de efecto invernadero como de otros relacionados con la calidad del aire. Cepsa en San Roque se encuentra certificada bajo la norma ISO 50001, cuyo objetivo es fomentar la eficiencia energética, disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero e incrementar el aprovechamiento del excedente de energía.
Según se desprende de ambas declaraciones, auditadas por AENOR, el Parque Energético San Roque y la Planta Química Puente Mayorga lograron la certificación única del sistema de gestión ambiental conforme a la norma ISO 14001, así como la validación de Declaración Ambiental EMAS. Esta declaración es una herramienta de gestión ambiental que surge de la normativa voluntaria de la Unión Europea y que reconoce a aquellas organizaciones que han implantado un sistema de gestión y han adquirido un compromiso de mejora continua, verificado mediante auditorías independientes. El fin de esta publicación es facilitar al público y a otras partes interesadas información respecto al comportamiento medioambiental de los centros industriales y la mejora permanente en materia de protección del medio ambiente.
Además, también se ha verificado la memoria ambiental de la terminal marítima de Cepsa para dar cumplimiento a la Guía de Buenas Prácticas Ambientales de Puertos del Estado.
Adicionalmente las declaraciones medioambientales contienen información sobre otros aspectos que van desde el control de ruidos, pasando por la gestión de las emisiones al aire o las acciones formativas y de sensibilización de personal propio y de empresas auxiliares, estando siempre a disposición del ciudadano y de las instituciones y organizaciones.
Cepsa, a través de su Fundación, creada en 2016, trabaja proactivamente en la defensa y mejora de la biodiversidad en los entornos de sus centros de producción.
Ejemplo de ello es la recuperación y puesta en valor de la Estación Ambiental Madrevieja en San Roque, un espacio natural donde se conserva el humedal y se llevan a cabo actividades de educación ambiental y proyectos de biodiversidad. La Estación Ambiental Madrevieja ha recibido más de 14.700 visitantes desde su apertura al público hace diez años y ha puesto en marcha proyectos de recuperación de especies como la lechuza común y el galápago europeo.