Ni Ceuta ni España son la República de Gilead, el país ficticio en la adaptación televisiva de la popular novela de Margaret Atwood. En ese 'estado', las mujeres se organizan en castas y son tratadas como meros objetos. No, ni Ceuta ni España se asemejan a esa distópica y tenebrosa república; pero lo cierto es que las cifras de asesinadas por la violencia machista y los datos en desigualdad en nuestro país siguen siendo sonrojantes y acongojantes.
De ahí que la Plataforma Feminista de la ciudad se haya echado a la calle este 25 de noviembre, Día internacional contra la Violencia de Género, con el objetivo de visibilizar la necesidad de que siga prosperando el feminismo en la sociedad caballa y española. Ataviadas con los característicos trajes de la ficción televisiva, un grupo de mujeres han realizado una performance en pleno centro de la ciudad, en la Plaza de los Reyes, ante los ojos de curiosos. También ha estado presente la delegada del Gobierno, Salvadora Mateos.
Acto seguido, se ha procedido a la lectura de un manifiesto en el que se ha repasado cómo 2018, a pesar de ser un año en el que la convocatoria de huelga el 8 de marzo fue un éxito y el movimiento social ha dado grandes pasos, han seguido habiendo "escándalos machistas". "La sentencia dictada contra Juana Rivas, o la del caso de La Manada", atisbaban durante la mañana de este domingo.
La Plataforma ha concluido además la necesidad de modificar la Ley de Violencia de Género para cumplir con lo ratificado en el Convenio de Estambul de 2014, es decir, "que se incluyan las violencias contra las mujeres fuera del ámbito de la pareja o de la expareja, que se incorpore la violencia sexual, laboral, institucional y también que se incorporen los vientres de alquiler y la prostitución como violencia de género", que se ponga en marcha el famoso Pacto de Estado contra la violencia de género, y que se incluya en los Presupuestos del Estado una partida para combatir esta lacra social.
También han reclamado la ampliación de cauces de participación para los colectivos feministas en los parlamentos nacionales, regionales y locales, que las campañas de la Delegación del Gobierno tengan perspectiva de género, que se desarrollen planes de formación y sensibilización entre el personal sanitario, educativo, jurídico y en las Fuerzas y Cuerpos del Estado y que todos los trabajos vinculados a la atención a víctimas o a la red de servicios de este ámbito "dejen de ser trabajos externalizados, de gestión indirecta y eventuales".
La organización también ha planteado la necesidad de planes laborales efectivos para las víctimas, medidas legislativas concretas para acabar con la brecha salarial, y desarrollar una Ley Integral que luche y combata contra la trata de seres humanos.