Los voluntarios del movimiento ‘Ceuta Sin Plástico’ se afanaron este domingo en repartir ceniceros por las playas del Chorrillo y La Ribera. Este tipo de acciones están proyectadas para evitar que los ciudadanos fumadores que disfrutan de estos entornos naturales puedan contaminar con los restos de colillas de sus cigarrillos.
Esta acción es la segunda vez que se realiza, como ya ocurrió por las fiestas de San Juan. En total, se repartieron 850 ceniceros los cuales fueron donados por los desarrolladores de la aplicación móvil CityPlan.
El movimiento ‘Ceuta Sin Plástico’ se trata de una iniciativa impulsada por Cristian León, quien desde hace varios meses decidió hacer algo con este problema en el que asegura que “no hay un solo culpable”, ya que, en cierta forma, todo el mundo contribuye a esta contaminación paulatina que inunda al plantea de envases.
Los cigarrillos contienen alrededor de 4.000 sustancias petroquímicas reconocidas. Algunas de ellas, las más comunes, son la nicotina, el alquitrán, el amoniaco y el polonio 210, todas ellas cancerígenas e influyentes en la salud y el fallecimiento de más de seis millones de personas al año, según estima la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los restos de cigarrillos, concretamente, los filtros, más conocidos como colillas, están compuestos de acetato de celulosa, lo que lo convierte en un elemento de rápida evaporación. Las colillas o filtros tardan en degradarse entre uno y diez años.
Curiosamente, las colillas de cigarrillos deben tirarse a los contenedores de basura en general ya que, de momento, son residuos que no pueden ser reciclados, como pasa con los chicles. Esto hace que el nivel contaminante de las colillas sea tan alto.
Es frecuente que este tipo de residuos se encuentre en las playas porque los fumadores no se encargan de acumularlas para después depositarlas en un contenedor.
La acción del movimiento ‘Ceuta Sin Plástico’ pretendía concienciar a los usuarios de playas del nivel contaminante de estos restos y, además, proveerles de una ayuda para que pudieran acumular las colillas y que después las tirasen en un contenedor habilitado al efecto.