El antiguo cementerio de Tetuán, también conocido como Bab El Maqabir, se enfrenta a una situación deplorable ante las profanaciones y el incivismo, a pesar de la presencia de guardias privados asignados por la comuna local para su protección.
Esta falta de respeto hacia los difuntos ha alcanzado niveles criminales, convirtiendo el sagrado lugar en un escenario de prácticas aberrantes, según publica el medio de comunicación de Marruecos alousboue.ma.
A pesar de los esfuerzos realizados por mantener la integridad del cementerio, éste se ha convertido en un lugar utilizado como baño público y vertedero de basura. Recientemente, se ha observado incluso el pastoreo de ovejas en sus terrenos debido a la proliferación de hierbas, un síntoma claro de la falta de intervención efectiva por parte de las autoridades locales y los guardias designados.
Aunque la capacidad del cementerio está completa y la comuna prohíbe nuevos entierros, la situación actual refleja una grave negligencia por parte de las autoridades competentes.
Falta de limpieza y mantenimiento que contradice los principios religiosos
La falta de limpieza y mantenimiento es evidente, lo que contradice los principios religiosos que exigen el cuidado de los lugares de descanso eterno.
Si bien es cierto que la presencia de ovejas puede ayudar a controlar el crecimiento de la vegetación no deseada y reducir la proliferación de insectos, los pastores pueden causar daños significativos al romper y destrozar las lápidas de las tumbas. Esto representa una afrenta tanto a los difuntos como a sus familias, además de comprometer la seguridad y el respeto que merece un lugar sagrado como un cementerio.
Las autoridades locales tomen medidas urgentes para restaurar el orden y la dignidad en este antiguo cementerio de Tetuán, conocido como Bab El Maqabir, garantizando así el respeto que se le debe a los fallecidos además de conseguir la preservación de la historia y la memoria de la comunidad.