El Centro de Estudios y Conservación de Animales Marinos (CECAM) de Ceuta junto a los buzos de la Almadraba han encontrado en la mañana de este viernes una tortuga laúd que tenía una aleta enganchada en el bichero exterior, cerca de la playa y que pesaba entre 800 y 1.000 kilogramos.
Desde el CECAM señalan que el ejemplar está en “buen estado” y no presenta problemas de flotabilidad, salvo algunos moluscos adheridos a su caparazón, por lo que inmediatamente han procedido a liberarla de nuevo al mar.
Sin embargo, lo singular de este hallazgo es la especie marina de la que se trata. Estas tortugas laúd son las de mayores dimensiones de todas las tortugas marinas tanto por su longitud, que suele rondar los dos metros, como por su peso, que suele superior a los 600 kilogramos.
No es muy común esta especie por aguas ceutíes. De hecho, esta especie se suele encontrar en todos los mares tropicales o subtropicales y tiene multitud de características únicas que la distinguen en buena medida de otras tortugas marinas. Su tasa metabólica es aproximadamente tres veces mayor de lo esperado en un reptil de su tamaño, lo que, unido a sus intercambiadores de calor contra corriente y su gran tamaño, permite mantener una temperatura corporal de hasta 18 °C sobre el agua circundante.
Algunos científicos incluso opinan que la tortuga laúd tiene alguna capacidad para generar su propio calor corporal, como un mamífero, a pesar de que los reptiles son ectotermos o de "sangre fría", por lo que dependen de la temperatura externa para regular la suya propia. Sin embargo, también puede considerarse a esta especie como gigantoterma.
Además, las aletas delanteras de la tortuga laúd son mucho más largas que en todas las demás tortugas, tanto proporcionalmente como en tamaño bruto. En los individuos adultos, la distancia de punta a punta puede ser de hasta 270 centímetros. De ahí que el motivo de que se haya enganchado una de sus aletas es que estas tortugas son migratorias y “el Estrecho es solamente una zona de paso”, han asegurado desde el CECAM.
La actividad humana amenaza a las tortugas laúd de muchas maneras. Se trata de especies que están en peligro de extinción. Estas tortugas son patrimonio de natural de la humanidad y son especies protegidas a las que deberían darle más importancia, por lo que para el CECAM una de sus principales preocupaciones es el abandono que sufren estas especies protegidas.
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