La Federación de Servicios a la Ciudadanía de Comisiones Obreras (
FSC-CCOO) de Ceuta ha “condenado” este sábado
el “lamentable suceso” registrado durante la última noche de las Fiestas Patronales, cuando un conductor del servicio de
autobuses urbanos ha sido atracado a punta de pistola en la zona de Arcos Quebrados. El sindicato ha anunciado que llevará a la mesa de negociación del proceso asunción de la gestión directa del servicio por parte de la administración “la seguridad de los trabajadores en sus puestos de trabajo”. La central ha señalado que el asalto es “un lamentable incidente que se suma a los continuos actos delictivos que afectan al servicio de transporte urbano en la ciudad, a los ciudadanos y a los trabajadores”. “Trasladaremos a
la Ciudad la necesidad de diseñar un plan de seguridad que proteja a la plantilla y a los ciudadanos de situaciones de este tipo para trabajar entre todos en construir un servicio seguro y de garantías”, ha adelantado el sindicato en un comunicado en el que ha reseñado que ya ha dado traslado “al trabajador y a toda la plantilla en general” su “solidaridad”. Igualmente ha puesto sus recursos y servicios a disposición del empleado “para superar los hechos por los que ha sufrido”. El Gobierno que preside Juan Vivas someterá a la consideración del Pleno antes de que termine este año la municipalización del servicio de autobuses urbanos, opción que prosperará con toda seguridad con el apoyo del PSOE, ya confirmado, y del resto de grupos políticos con representación institucional. Los automóviles de transporte urbano colectivo de viajeros han sido objeto habitual de actos de vandalismo, sobre todo en forma de lanzamiento de objetos contra los mismos en algunas rutas de la ciudad o por comportamientos incívicos de algunos usuarios, pero el asalto con un arma de fuego acontecido la madrugada de este sábado supone un salto cualitativo con escasos precedentes. En marzo de 2018, año en el que la concesionaria del servicio volvió a colocar cámaras de seguridad en los vehículos,
varios menores protagonizaron un suceso parecido con un subfusil simulado en una parada de Loma Colmenar.