Se escenificó ayer una muestra más del descontento, las reservas y la desconfianza que separan a los sindicatos mayoritarios y la dirección del Hospital Universitario. Los responsables del sindicato Comisiones Obreras, segunda fuerza con más representación en la Junta del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (INGESA), que se encarga de la gestión del centro, solicitaron reunirse con uno de los responsables del hospital, Juan Carlos Querol, gerente de Atención Sanitaria. Sobre la mesa, una cuestión que a juicio de la fuerza sindical “preocupa” a los trabajadores: el miedo a perder los días libres por asuntos propios. Según CCOO, el hospital lleva meses denegando a parte de los trabajadores tomarse libre esos días. Como se acerca el fin de año, y esas jornadas se pueden ‘utilizar’ hasta el 15 de enero, quisieron preguntarle directamente al gerente si van a tener la posibilidad de hacer uso de ellos. “Por supuesto”, respondió Querol. “Bajo ningún concepto están en peligro. Es un derecho adquirido”.
CCOO celebró el “compromiso” de la dirección del hospital. En cambio, para los responsables del centro la reunión sirvió para discutir una “obviedad”. “Es como poner en duda las vacaciones de los trabajadores”, comparó el gestor sanitario Querol. Sin embargo, CCOO aseguró a este periódico que “bastantes” de los 700 trabajadores del departamento de Atención Especializada han visto en los últimos “meses” cómo sus demandas para tomarse libre esos días que tienen por “derecho propio” han sido denegadas por los altos mandos.
La dirección del centro replicó que, si se ven obligados a rechazar las peticiones, es porque “muchos” miembros del personal piden hacer uso de esos días de asuntos propios en las “mismas fechas”. “Es un derecho –admitió Querol–, pero se debe negociar el calendario antes. No todos se pueden ir el mismo día. No puedo descuidar ningún servicio. Tienen que entenderlo”.