¿CASUALIDAD O CAUSALIDAD? EL sábado día 29 de septiembre ha tenido lugar en Barcelona, una manifestación de JUSAPOL (sindicato policial). Se han concentrado alrededor de 3000 personas, las cuales solicitan la equiparación salarial entre los diferentes cuerpos policiales. Mientras tanto unas 6000 personas también se manifestaban en contra de la primera.
Los mossos d'Escuadra han tenido que realizar un gran despliegue para impedir el choque de los dos grandes bloques. La manifestación policial, homenajeaba a los diferentes agentes de la Policía Nacional y de la Benemérita, por su actuación en los colegios electorales el pasado 1 de octubre. Para evitar conflictos, el Conseller de Interior obligó a que los recorridos fueran cambiados. Pero la manifestación convocada para hoy se ha encontrado de bruces con la contramanifestación.
Han habido agresiones varias, entre los heridos se encuentran diferentes agentes de Policía y de la Guardia Civil. Contigo Somos Democracia, estuvo presente apoyando a estos policías, a través del Secretario Nacional de Jóvenes, Jaime Ruix. Por lo que desde este partido, nos planteamos una cuestión.
¿Cómo se ha permitido que estas dos manifestaciones se llevaran a cabo en la ciudad de Barcelona? Tal y como está el ambiente de caldeado, desde hace meses, ha sido un error monumental. Hoy todos los periódicos nacionales y medios de comunicación se hacían eco de lo ocurrido.
Deberíamos llamar a la reflexión, ya que la imagen de nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, se está viendo infravalorada, haciéndole un flaco favor, perdiendo todos y cada uno de los ciudadanos. Gracias a ellos, nos sentimos protegidos en nuestras calles, ya que velan por nuestra seguridad. Pésimo es el aspecto que ofrecemos al resto de Europa, con acciones de esta índole.
Teniendo en cuenta que este país no pasa por su mejor momento, esto sólo hace que desde fuera nos vean con muy malos ojos y reflejemos la desunión que verdaderamente atravesamos. Repercutiendo a todos los efectos. Imagen nefasta. Estas políticas que desarrollan nuestros gobernantes, solo hacen generar más incertidumbre entre la sociedad, dejando entrever que la gestión de España les queda muy grande.
La diversidad de opinión enriquece al ser humano, pero actos tan deleznables como los ocurridos en Barcelona, demuestran la disgregación que sufre la ciudad, dirigiendo a sus habitantes a un viaje sin retorno, lamentablemente.