Los vecinos de Castillejos
han vuelto a salir a la calle para manifestarse y pedir la apertura de la frontera con Ceuta, lo han hecho justo una semana después de las cargas que llevó a cabo la Policía y que terminaron con varios detenidos, quemas de contenedores y lanzamiento continuado de piedras entre los propios manifestantes y los agentes de las fuerzas de seguridad.
Los residentes en la vecina localidad marroquí vuelven a salir a la calle reclamando la apertura de fronteras porque están necesitados y porque se están, literalmente, muriendo de hambre. Antes vivían prácticamente del contrabando o de los trabajos que tenían en Ceuta, bien en los hogares como amas de casa o bien en la construcción, sobre todo. Esto se agotó y ha hundido en la miseria a los vecinos de Fnideq.
Son dos concentraciones en una semana, que se han intercalado con la ocurrida en Rincón protagonizada por profesores. La situación en todo el norte de
Marruecos es muy negativa, la miseria que viven estas familias se nota también en las salidas de inmigrantes a la Península o a Ceuta que está dando pie a auténticas tragedias.
De momento las autoridades no dan una respuesta. Nada se sabe de la apertura de la
frontera ni tampoco dan ayudas a los que han quedado en la ruina, vendiendo ya todo lo que tenían en sus hogares. No atender esta situación es un problema gravísimo porque puede dar pie a más algaradas y una mayor presión en la calle que sea incontrolable. El pueblo marroquí pide ayuda y reclama una alternativa porque ya no tienen de qué vivir. Este viernes miles de personas han salido a la calle para clamar por mejoras, y lo han hecho siguiendo el llamamiento difundo a través de redes sociales, sin que haya un partido político detrás o sindicatos promoviendo las salidas. Esta concentración está contando con muchísima más participación que la de la pasada semana, que coincidió también en viernes. A Castillejos se han desplazado, incluso, desde Tetuán y Rincón.
Aumento de fuerzas de seguridad pero la gente no tiene miedo
Los vecinos de Castillejos, de Tetuán, de Rincón… todos han salido a la calle. No tienen miedo ni a las detenciones que ha habido por la anterior concentración ni por el aumento notable de fuerzas de seguridad que ha llegado para la cita de este viernes, con efectivos de refuerzo que llegaban en furgones desde otras zonas del país. No tienen miedo porque están hartos, cansados y no tienen futuro. Quieren que se abra la frontera y aunque se ha redoblado las fuerzas de seguridad, eso no ha impedido que hayan salido a la calle.
Tampoco les asusta la detención de cuatro personas a las que se les acusa de organizar la anterior manifestación y que tienen que ser puestos a disposición judicial. Es tal la desesperación que se vive al otro lado de la frontera, que han salido a la calle ‘armados’ con sus teléfonos móviles para protestar, grabar esas protestas y difundirlas rápido en redes sociales para que las fuerzas de seguridad no tapen ni paren lo que se está viviendo en la zona norte.
Los manifestantes lamentan la parálisis turística y comercial
Los asistentes a la manifestación mostraban su hartazgo ante la situación que atraviesa no solo Castillejos, sino el país entero. Muchos de ellos lamentaban la falta de movimiento turístico y comercial. Las principales calles de Castillejos y el mercado principal Al Masira aparecían casi desérticos en un escenario poco habitual para una ciudad que tradicionalmente vivía del comercio casi a lo largo de todo el año.