La Consejería de Sanidad, Consumo y Gobernación y el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria informan de los datos actualizados de la pandemia del COVID-19 en Ceuta y tanto en la mañana como en la tarde de este 10 de julio de 2020 no se han detectado nuevos positivos de COVID-19. Sin embargo, avisan de que como consecuencia del rastreo que viene haciendo el servicio de Medicina Preventiva de manera diaria, se ha detectado un posible caso sospechoso, asintomático, a la espera de confirmación por parte del Instituto de Salud Carlos III.
Ingesa puntualiza que se han realizado en el Hospital Universitario de Ceuta todas las pruebas, tanto PCR, como serología automátizada, pero se encuentra en un rango dudoso, de ahí que se envíe al Carlos III para su confirmación.
En el balance de la tarde, Ingesa ha comunicado que sigue a la espera de confirmación por parte del Instituto Carlos III. La persona se encuentra en aislamiento domiciliario.
Brotes en el país
La sucesión de brotes y la transmisión comunitaria detectada en algunos de ellos, como los de Lleida , han incrementado en los últimos días la preocupación sobre la evolución de la epidemia que las autonomías, responsables ahora de su gestión, tratan de abordar con medidas como el uso obligatorio permanente de mascarillas en los espacios públicos, mientras los epidemiólogos piden contundencia y más rastreadores sobre el terreno.
El Ministerio de Sanidad, que ayer cifró el número de brotes activos en 73, ha informado de 241 nuevos contagios en las últimas 24 horas, cerca del 70 % de ellos asintomáticos, y de un fallecido. En la comarca ilerdense del Segrià, donde se concentran los focos más relevantes, se han registrado otros 46 positivos y el primer fallecido desde que hace seis días se decretara la vuelta al confinamiento de las 210.000 personas que viven en ese territorio.
El Ministro de Sanidad, Salvador Illa, volvió a referirse hoy al estado de alarma, pero para decir que sólo se volvería a aplicar si se producen contagios descontrolados que pasen de una comunidad autónoma a otra y que ese no es el caso, aunque está claro que continuará habiendo brotes, como los seis detectados en las últimas 24 horas, que elevan a 73 los que siguen activos en España.
Entre todos ellos, el que más preocupa a las autoridades sanitarias, dado su origen, los temporeros de la recogida de la fruta, y su puntual transmisión comunitaria es el de Lleida capital y su comarca, que en las últimas 24 horas ha sumado 46 nuevos positivos y el primer fallecido desde que quedó confinada el pasado sábado.
El director del Centro de Coordinación de Emergencias y Alertas Sanitarias, Fernando Simón, ha dicho en su comparecencia de los jueves que todo apunta a que este brote con 15 focos, 11 de ellos en empresas hortofrutícolas, podría ser controlado en breve: "No sabemos si el brote de Lleida está controlado, las medidas han sido valientes y en dos días veremos el impacto. Sí que hay indicios que permiten pensar que sí”.
Desde el terreno las cosas se ven más complicadas o, al menos, así lo explica la alcaldesa de Aitona, Rosa María Pujol, que pide celeridad en las actuaciones por parte de la Generalitat y, sobre todo, más rastreadores presenciales, que hagan un seguimiento efectivo de los temporeros, muchos de los cuales siguen viviendo en condiciones que no son compatibles con el control del virus.
Más rastreadores que pisen las poblaciones y no sólo hagan los seguimientos por teléfono reclaman también los epidemiólogos para que se pueda actuar sin dilación y con contundencia, pese al cambio de paradigma ilustrado por Simón: "En marzo todos los casos eran sintomáticos y graves y ahora son mucho más leves”.
Sanidad calcula que cerca del 70 % de los positivos detectados en las dos últimas semanas son asintomáticos, como la gran mayoría de los registrados en los otros dos brotes considerados por Sanidad de “especial interés”, el de la Mariña lucense, que ha sumado este jueves 21 casos que elevan el total a 165, y el de la localidad guipuzcoana de Ordizia, con 58, diez más que ayer.