El presidente de la Ciudad, Juan Vivas, comparecerá esta mañana ante el Pleno de la Asamblea para informar acerca del contrato de gestión del servicio público de limpieza, adjudicado en su día a Urbaser. Hasta la fecha, la máxima autoridad de la Ciudad se ha mantenido firme en su discurso, sin evitar cuestión alguna, dando la cara ante las preguntas que se le han cursado –cualesquiera que sean– y enarbolando la bandera de la transparencia ante un asunto que lo requiere. Y eso es lo que hace falta en torno a lo que se ha bautizado como ‘caso Urbaser’. Con la comisión de investigación puesta en marcha en el ámbito parlamentario (el jurídico sigue su propio camino), se podrá preguntar y responder con total claridad a todos aquellos asuntos que rodean al famoso contrato de gestión.
Vivas, puesto en el disparadero por algunos frentes (acuérdense de cuando Carracao hablaba del barco a la deriva, las ratas y la más que posible intervención del Estado en Ceuta... para después, suavizar su discurso ante el evidente error que marcaba sus apreciaciones) siempre ha defendido una sola versión, centrada en que a la empresa Urbaser se le pagó lo estipulado en el contrato y que nunca se ocultaron documentos. Hoy comparece para seguir manteniéndose en su línea, amparándose no ya en una versión sino en la verdad, que sólo tiene un camino. La comparecencia del presidente se produce después de que los dos partidos en la oposición, Caballas y PSOE, la solicitaran y será la primera de una serie de intervenciones con las que se pretende satisfacer todas las dudas que puedan existir en torno al famoso contrato. Habrá transparencia y claridad, que es en definitiva lo que la sociedad reclama y lo que nunca ha negado este Gobierno.