Los españoles pasan una media de 31 horas a la semana al aire libre y, a pesar de ello, un 87% de la población no es consciente de que una sobreexposición a la radiación UV puede provocar daños en la vista o, incluso, causar enfermedades oculares como cataratas, glaucomas o conjuntivitis, entre otras. Ésta es una de las conclusiones de un estudio realizado por Transitions Optical en el que han participado 7.000 personas, un millar de ellas españolas, sobre cómo se enfrentan los europeos a los efectos nocivos de los rayos ultravioletas en la visión.
España es el país europeo con mayor número de niños que necesitan algún tipo de corrección visual, aunque el 23% de los padres no toma ningún tipo de precaución para proteger los ojos de sus hijos.
Del estudio se desprende que todavía un 3% de la población española, mayor de 18 años, no se ha realizado nunca una revisión ocular.
El 46% afirma que la primera revisión visual se debe hacer entre los 3 y los 6 años a pesar de que, según se demuestra en el estudio, la edad real en la que se la realizan es a los 22 años.
En general, los europeos son conscientes de los principales efectos negativos que la radiación ultravioleta ejerce sobre la salud. Así, casi 7 de cada 10 menciona el cáncer como el principal riesgo de una sobreexposición a los rayos UV, el 23% refiere sus efectos en la piel pero sólo el 10% habla del impacto en los ojos.
La percepción sobre el riesgo de cáncer es mayor en el norte de Europa -Francia (82%), Gran Bretaña (79%) y Países Bajos (78%)- y los efectos en la piel son más temidos en los países del sur -Italia (32%) y España (28%), frente al 24% de media-.
En el caso de los efectos nocivos que produce en los ojos, los países del sur vuelven a ser los más conscientes: Portugal (15%), España (13%) e Italia (13%) frente al 10% de media europea.
Un 18% de los españoles confiesa no tomar ningún tipo de medida para proteger sus ojos, dato que sorprende si se tiene en cuenta que son los europeos que más horas pasan en espacios exteriores -31 semanales- sólo por detrás de los portugueses -40-.
En Europa, un 34% de los hijos actualmente dependientes de sus padres hacen uso de algún tipo de corrector visual como gafas, lentillas o ambos.
España es el país que ha presentado un mayor porcentaje de niños que utilizan estos sistemas (42%) muy por delante de otros como Países Bajos (27%) o Gran Bretaña (25%).
A la hora de conocer quién ha sido el responsable de detectar un posible problema ocular de los hijos, el 37% de los padres españoles reconoce ser ellos mismos, seguidos de los propios niños (27%), los oftalmólogos u optometristas (19%) y los profesores (9%).
Sólo por detrás de Países Bajos (29%), el 23% de los progenitores españoles afirma no tomar ningún tipo de medida para proteger los ojos de sus hijos, un porcentaje muy elevado si se compara con Alemania (16%) o Gran Bretaña (12%).
La mayoría de los países participantes tienen unos índices de bienestar visual medios o bajos; sólo Gran Bretaña -62 puntos sobre 100- y los Países Bajos -53 puntos sobre 100- tienen un buen nivel, aunque ninguno alcanza el grado de excelente. España, junto con Alemania, coinciden con la media europea de 48 puntos sobre 100.
En el caso concreto de la población española, un 89% confiesa sentir estrés ocular producido por las pantallas de la televisión, ordenador u otras, y un 63% relata tener dolores de cabeza como consecuencia de ello.