La agresión ha sido a una compañera celadora en este caso. Si hay un colectivo especialmente castigado por la crisis, infravalorado y maltratado por la administración es el de los celadores. No solo son uno de los eslabones más vulnerables de nuestra sanidad sino que se les obliga a trabajar en condiciones especialmente penosas.
Hoy en día, en el hospital y en atención primaria, la plantilla de los celadores es una de los colectivos con mayor número de plazas vacantes. Según nuestros cálculos alrededor de una decena de plazas de estos compañeros permanecen sin cubrir en lo que describe a la perfección el maltrato de la administración. Esto hace que la sobrecarga tanto de los que trabajan en plantas de hospitalización como en el servicio de urgencias de atención primaria sea evidente.
Los celadores y el personal de gestión y servicios deben esperar más años que el personal sanitario para avanzar en su carrera profesional, en un caso de clara discriminación.
A eso hay que añadir la especial penalidad en la que están trabajando en muchas ocasiones en la unidad de salud mental mientras no se complete la dotación de ésta. La tardanza del ministerio en reconocer esta unidad y ultimar su plantilla hace que la atención a los enfermos mentales en nuestra ciudad sea claramente deficitaria y abre la puerta a que los celadores vivan situaciones de riesgo en su trabajo diario por falta de personal.
Para culminar el cuadro en la OPE 2016 no convocan plazas de celador en la oferta pública de empleo que prevé próximamente (así como de ninguna de la categorías de personal no sanitario). La ausencia de procesos de este tipo en las categorías de personal no sanitario nos hace preguntarnos cuáles son las intenciones de la administración. Esconde esta desidia intenciones privatizadoras? Pretende la administración perpetuar esta situación de maltrato laboral? no merecen los compañeros celadores optar a la estabilidad laboral como otros colectivos?
Ofrecemos desde aquí, a la compañera agredida, nuestro apoyo. En nuestra opinión ninguna violencia debe quedar sin respuesta y esperamos que la sinrazón de algunos usuarios no se repita. E insistimos en que si la administración quiere tomar alguna iniciativa seria de un gran simbolismo que sea ella la primera que no maltrate a los trabajadores de este colectivo.