Cuando los padres dejamos a nuestros hijos por primera vez en un centro infantil, por lo general, es por intentar conciliar la vida laboral y familiar.
Con todo lo que esto conlleva, es normal sentir toda esa ensalada de sentimientos que nos aflora cuando va llegando el momento de incorporarse al trabajo, y dejar tan pronto a lo más preciado que tenemos, en manos de unas perfectas desconocidas.
Llega el momento de la reunión a principios de curso, donde conocemos a las profesionales que nos prometían “darle todo el amor del mundo a vuestros hijos y quererlos tanto o casi tanto como vosotros, porque sabemos que nos estáis dejando lo más importante de cada casa y de vuestras vidas”.
Imposible olvidar estas palabras, acompañadas de una tierna mirada y dulce sonrisa, que provocaron que a alguna madre le brillasen los ojos.
Como dicen, el movimiento se demuestra andando y Dmami’s lleva un largo recorrido, a pesar de ser nosotros los padres de la segunda promoción que sale del centro.
Un recorrido en el que los papás hemos estado presentes, participando y observando cómo nuestros hijos se divierten y aprenden, adquieren hábitos adecuados y entienden valores tan importantes como la amistad, la generosidad, la tolerancia, el autocontrol, el respeto hacia las personas, animales y plantas, mediante infinidad de actividades perfectamente planificadas para todo ello.
Un recorrido impecable en el que nosotros también hemos aprendido y en el que vosotras habéis sido y sois también parte de nuestra familia.
Y como en todas las familias, hemos vivido momentos felices y momentos tristes. Momentos que nos han hecho más fuertes y nos han unido aún más. Por eso, esto no es ni podrá ser un adiós, sino un hasta luego.
Seguiremos viéndonos y compartiendo momentos juntos, siempre agradecidos por haber dado tanto amor a nuestros pequeños, y conseguir que entren por las mañanas con esa cara de felicidad, algunos sin mirar atrás.
Como decía Howard G. Hendricks (un profesor que enseñó con el corazón): “La enseñanza que deja huella no es la que se hace de cabeza a cabeza, sino de corazón a corazón”.
Gracias por dejar huella enseñando con el corazón.
Gracias por todo.
Gracias por tanto.
Valentina, Iván, Saúl, Abril, Julia S., Carlos, David, Lucas, Mario T., Alejandra, Insaf, Beatriz, Miguel V., Álvaro, Julia C., Izan, Ismael, Mario H. y Miguel R.
Las seños. Desiré, Anisa y Marina.