Los dos jóvenes que el pasado 14 de marzo intentaron el pase de 10 inmigrantes a la Península desde Ceuta, en plena crisis del coronavirus y con las fronteras cerradas en aplicación de un estado de alarma que paralizó todo, han sido condenados por el tribunal de la Sección VI de la Audiencia Provincial con sede en nuestra ciudad, después de que ambos hayan reconocido su implicación en un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros.
Los llamados Y.B. y A.E. están presos preventivos desde que los detuvo la Guardia Civil a bordo de una embarcación que no era de su propiedad, pretendiendo un pase. Fueron interceptados por componentes del Servicio Marítimo a tres millas de Santa Catalina, con 10 inmigrantes marroquíes a bordo. La embarcación, dotada con motor fuera borda, era de 6 metros de eslora.
Los dos acusados han reconocido los hechos después de que las partes acordaran una conformidad que se ha traducido en la aceptación de 3 años de cárcel, además del comiso de la embarcación usada del que no se ha constatado titular legítimo. Lo curioso de este pase que ahora se condena por la Justicia es que se llevó a cabo en un momento de máxima tensión, con un cierre de fronteras que imposibilitaba no solo la entrada de personas por el paso fronterizo sino, también, la salida. Ese pase fue abortado en el transcurso de los controles ejecutados por componentes de la Benemérita, en un periodo en el que se abrió la presión migratoria tanto en los intentos de entrada a nado hacia Ceuta como en los de salida.
Desde marzo de 2020 los dos acusados permanecen en prisión preventiva a la espera de un juicio que, al final, no ha tenido que celebrarse al aplicarse la figura jurídica de la conformidad dictándose sentencia de viva voz por el tribunal del máximo órgano judicial en nuestra ciudad.