La llegada del verano trae consigo las vacaciones escolares en Ceuta para niños y adolescentes. Un periodo en el que cambian su rutina y dejan los libros a un lado para disfrutar del buen tiempo antes de comenzar el nuevo curso.
Esto puede ser un quebradero de cabeza para muchos padres trabajadores que ven cómo la conciliación se complica en estos meses. Por ello, los campamentos de verano son una buena opción para que los niños aprovechen también este tiempo de una manera lúdico educativa.
En Ceuta son muchas las opciones que se ofertan para estos meses, como los talleres que se realizan en la biblioteca y que tienen una duración de dos semanas, los ofertados por la Casa de la Juventud o por diferentes asociaciones. Todos ellos con una gran demanda por parte de las familias ceutíes.
Y es que, este tipo de actividades aporta muchos beneficios a los pequeños. Así lo ha asegurado la psicóloga infantil Rocio Rengifo, gerente de la clínica ‘Psicología para peques y +’.
Desde su punto de vista, “los campamentos de verano son una experiencia única y súper enriquecedora para el desarrollo integral de todos los niños. Desde el ámbito de la neuropsicología vemos que dicho entorno lo que hace es que estimula el crecimiento tanto cognitivo como emocional como social”.
Esto se debe a que estos campamentos “son un espacio seguro y divertido para desarrollar habilidades como, por ejemplo, la resolución de problemas, el trabajo en equipo, la comunicación, la autonomía, y dichas habilidades son fundamentales para su bienestar y para su éxito el día de mañana”, añade.
Por todo ello, la psicóloga infantil recomienda a los padres que inscriban a sus hijos a este tipo de actividades ya que, además de los beneficios indicados anteriormente, también les ayuda a tener una rutina aunque sea diferente a la que mantienen durante el periodo lectivo. Algo muy importante para los pequeños.
Asimismo, añade que mientras viven esta experiencia, “están en un entorno nuevo”, lo que les obliga a “desarrollar diversas habilidades”.
Por ejemplo, “si son campamentos fuera de la ciudad, están lejos de su familia. Entonces, están obligados a salir de su zona de confort. Tienen que desarrollar habilidades comunicativas, la empatía y la resolución de conflictos, que eso en cualquier otro momento del año no lo pueden desarrollar igual”.
Del mismo modo, “si estamos en un campamento de los que sean solo de mañana, pero no están nuestros padres y nosotros no queremos compartir algo, somos nosotros los que tenemos que decir a los otros niños que no”.
De este modo, este tipo de habilidades y comportamientos permite “fortalecer toda su autoestima y además ese desarrollo tanto social como emocional, básico en la infancia, pero fundamental para poder desarrollar esas habilidades en la adolescencia y después en la vida adulta”, destaca la psicóloga infantil.
Respecto al tiempo recomendado para que participen en este tipo de actividades, Rocío Rengifo destaca que lo importante es que también tengan tiempo para pasarlo entre padres e hijos “para así aumentar lo que es todo ese vínculo”.
Aún así, si se diera el caso de que ambos progenitores trabajasen durante todo el verano, sí es preferible “que estén en un campamento de verano a que estén en casa, sin seguir una rutina, sin hacer nada, y al final se lleven todo el día a la Play”.
Por otro lado, Rengifo también se ha referido a los diferentes tipos de campamentos de verano. A la hora de elegir, considera que “los campamentos que son en la ciudad son más recomendables para niños los que son más pequeños, porque al final están un ratito, tienes un momento de aprendizaje y lúdico por la mañana normalmente y después por la tarde está con su familia”.
Y ya cuando son un poco más mayores, cuando “están empezando a llegar a los ocho o nueve añitos y de ahí en adelante, ya es cuando se recomiendan los campamentos fuera de la ciudad. Una semanita, 10 días, máximo 15 días”.
Así, si algo tiene claro esta psicóloga infantil es que “todo campamento es un entorno muy estimulante para los niños. Tiene una manera de aprender porque ellos aprenden a través del juego y con nuevas experiencias. Y aprenden también a expresar sus propias emociones y a pensar de una manera mucho más innovadora”.
Además, pide a los padres que “si los campamentos son fuera de la ciudad hay que darle tiempo a los más pequeños a que se adapten. Si nosotros llamamos a nuestros hijos y están en un campamento fuera de la ciudad, constantemente nos van a decir ‘¡Venga por mí, venga por mí!’ El primer día, segundo día y el tercero ya no nos lo dirán porque le hemos dado ese periodo de adaptación”.
“Es una experiencia súper enriquecedora tanto para su salud mental como para su desarrollo personal y deberían hacerlo todos los niños dentro de sus posibilidades”, concluye esta experta en psicología infantil.
Es importante para los niños y adolescentes mantener una rutina en los meses de verano aunque sea diferente a la del periodo escolar para no romper con sus horarios y costumbres.
Estos espacios les permiten aprender sobre la resolución de problemas, el trabajo en equipo, la comunicación la autonomía, y habilidades fundamentales para su bienestar.
Los campamentos de verano, ya sean sólo durante el horario de mañana cómo a jornada completa permiten a los padres desarrollar su trabajo mientras sus pequeños están disfrutando.
A la hora de elegir el campamento al que mandar a los pequeños, existen una gran variedad, como de mañana, fuera de la ciudad o bilingüe, todo depende de las necesidades de cada uno.
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