Cabalgaba con la melena desparramada al viento. Lo sentía en mi frente. Era libre. Sólo pensar en estos momentos me hacía feliz. No solo de estos instantes se compone la vida de un ser humano. También hay momentos tristes. Pero para esto ya lo veremos otro día. Es mi filosofía. Lo no feliz apartarlo. Yo soy positivista y sólo pienso en tener por montera mi gran sonrisa. Es la que me da fuerzas y me hace ir para adelante. Aunque sea atropellado continuamente me basta con encontrar un pequeño refugio, ese que sea un consuelo para automedicarme e inducirme hacia un fin. Ese que nos depare en llegar a nuestra meta. La que todos deseamos. Todos la buscamos y pocos la hayamos. Son motivos varios las que nos dejan aparcados en el camino. Pero conmigo no podrán. Yo, sigo como Felipito Tacatum. Y en ello estoy.
No creáis que hay momentos en los que me pregunto ¿qué estoy haciendo? Lo normal hubiera sido caer de rodillas con los vaqueros rasgados y lamentarme con un profundo llorar. Suplicándole a nuestro Dios que ya no puedo más y que me ayude a buscar ese teórico camino. Yo sólo soy un pobre pecador y yo sólo no puedo forjarme como un caminante solitario. Necesito esa luz que me guíe hacia ese punto en el infinito. Sólo creo que es difícil de llegar. Pero que nadie diga que no lo he intentado. Sudaré sangre si es necesario. Para que nadie diga que no me he resistido a las embestidas de los males cotidianos. Eso es tener valor y decisión. Esa que muchas veces me ha faltado en mi vida. Pero que estoy seguro que tendré un nuevo arranque para decir que estoy en este mundo para sufrir y que nadie me prestará un pañuelo ya que he aprendido a que un tropiezo puede ser causa de una piedra que hubiera en el camino y que sólo me podrá producir un pequeño dolor producto de una erosión, ampolla u otro devenir lógico por hacer frente mi cuerpo a los estímulos no defendidos por nuestros habituales artilugios. Yo sigo en ese frente que me he abierto y estoy seguro que me conducirá hacia un atisbo donde veré la luz. Sólo o acompañado por un alma gemela. Es igual. Nadie querrá experimentar una autorregulación por el mor de conducir hacia algo que nadie sabe el lugar, ni lo que verdaderamente quiere. Ya que si me dicen definir lo que busco sería llegar a una conclusión: “Quiero algo bonito y que nadie ha podido conseguir”. Esto es fácil y a la vez complicado. Pero ¿para que está la vida? Para soñar y decir estoy aquí. Gracias por haberme dado la oportunidad de dejar algún legado.